Hoy no voy a hablar de un disco, me apetece más hacerlo sobre una canción, dejar volar mi imaginación y que fluyan libremente mis sentimientos, hoy me apetece sacarme una foto interior, fotografiar mi estado de ánimo para que quede guardada en este "álbum de fotos" que es mi weblog, así era yo en una mañana del 14 de mayo del 2005.
Durante los años que viví en Vigo tuve la grandísima suerte de hacerlo en un piso con vistas a la Ría, recuerdo que al llegar el atardecer me encantaba poner este tema de los Gigolo Aunts: "Pacific Ocean Blues" una vez tras otra. Me gustaba tumbarme sobre el sofá, contemplar la hermosa puesta de sol, ese sol rojizo de finales de verano devorado por las aguas del mar y entonces me dejaba llevar por mis pensamientos. Eran esos momentos del día en que los problemas parecían desaparecer, se volvían entonces tan insignificantes y absurdos que se asemejaban a promesa electoral escupida frente a una chabola. Una vez llegada la noche, cerraba los ojos, me dejaba envolver por la magia y el ritmo tranquilo de "Pacific Ocean Blues" que entraba en mi corazón como un susurro, recordaba a tantos y tantos amigos/as "caídos en combate", ¿que sería de ellos?, ¿dónde estarán ahora?, me los imaginaba viviendo estresados bajo el peso de una hipoteca, empujando un carrito de bebé o simplemente padeciendo el yugo de ese contrato llamado matrimonio; entonces me sentía menos esclavo que ellos, bendecía una y otra vez no haber madurado lo suficiente y dentro de mi soledad me sentía feliz, arghhhh!!, que efímeros son algunos pensamientos que duran lo que dura una canción de 2:25 segundos.
Dos años después he vuelto a recuperar esta canción, la he puesto en mi piso de Santiago, pero ya no he sentido lo mismo, desde mi ventana no se veía la puesta de sol y aquel horizonte tan bonito lleno de azules y de mar se había transformado en unos edificios de horrible color caqui destinados a viviendas sociales. Me esforzé por buscar poesía en aquel momento del atardecer, pero mi esfuerzo se volvió inútil, ¿que poesía puede haber en la pobreza?, ¿que poesía puede existir en un barrio de pobres?. Resignado cerré los ojos y entonces... entonces volvió a ocurrir la magia, y dentro de mi soledad volví a sentirme feliz. En otra ciudad, en otro barrio, dos años más viejo, había sido capaz de emocionarme de nuevo con una canción, capaz de soñar con puestas de sol ficticias.... felicidad, ¿que es felicidad?, a veces es suficiente una cancioncilla de 2:25 segundos para conseguirla, soy así de "simple".
Este texto está dedicado a mi "media naranja", no sé quien eres ni en donde vives, es posible que ni siquiera existas, pero sabes, te echo tantísimo de menos...
Sentimientos escritos por Rafa Beatman
