THE AFTERNOONS: "ROCKET SUMMER"





Los galeses THE AFTERNOONS han significado uno de los descubrimientos musicales más agradables de lo que llevamos de año para este aprendiz de plumilla que os escribe y es que me he enamorado por completo de su pop de manufactura elegante, rebosante de melodías cautivadoras en las que lo luminoso y lo melancólico se cogen de la mano para caminar en perfecta armonía sobre bellas estampas otoñales...recordadme que un día de estos abra otro blog en el que pueda dar rienda suelta a estos arrebáticos poéticos.

Formados en la ciudad de Cardiff en el año 99, “ROCKET SUMMER” es su tercer larga duración, un disco de escucha agradable que recoge influencias de los Fountains of Wayne más melódicos o del siempre exquisito gusto compositivo de bandas del calibre de Teenage Fanclub o Belle and Sebastian. En esta colección de 12 canciones consiguen transmitir sensaciones profundas a base de cuidar al máximo el tratamiento de las voces que suenan claras y acogedoras y de una instrumentación sencilla que les proporciona un sonido limpio, detalles compositivos que sin duda ayudan a construir un paisaje sonoro perfecto sobre el que pueden recrear esas melodías redondas marca de la casa, tan ricas en emociones y de un marcado gusto por lo melancólico.

El disco se abre con “Rocket Summer”, canción elegida también como primer single, un bonito medio tiempo con efectivos arreglos de guitarra y adornos de sintetizador que transcurre con un fondo de tristeza que se abre en su parte final a un momento mágico de pop luminoso con estribillo adictivo. Una de las constantes de este disco es el particular énfasis que ponen los AFTERNOONS en componer canciones llenas de melodías redondas y logrados estribillos que dificilmente puedes despegar de tu cabeza, detalles que sin duda agradecerán aquellos aficionados que, como a mi me ocurre, escapen de formas más lineales de entender el pop. Estas características se van repitiendo en temas como la lánguida “Coast road” o en esa canción cristalina que suena a lamento que es “In flames”.

Intercalan con acierto momentos más festivos en temas como “Baby, you know the deal”, en el que apenas dos minutos se despachan una buena ración de power pop puesto al día con especial protagonismo de sintetizador, al igual que ocurre en su séptimo corte “Never tell anybody anything” o en la sencilla, luminosa y soñadora “You`ll never know”, un tema que además de ser mi favorito del disco me transporta directamente al “Pet Soul” de los Splitsville.

Otro de los momentos destacados del álbum es sin duda “Let`s fall apart”, hay algo mágico en este tema, quizás en la melodía o quizás en la interpretación del magnífico vocalista que es Richard Griffiths, lo cierto es que consiguen una composición pop de esas que sacuden tus sentimientos a base de bien.

Melancolía y atmósferas sombrías nos encontramos en la balada “Fading Fast” en la que te dan vía libre para que hagas un viaje emocional en la grata compañía de unos bonitos arreglos de violín, y es que quizás el bloque compositivo predominante en este trabajo sean las canciones más lentas, bien simples en instrumentación como “Looking for a Reason” o “Tides” o bien más orquestales como “You Are”. Con un perfecto ejercicio de pop soñador, “Canada Geese”, dan por finalizado un disco que incluye 12 singles potenciales, o lo que es lo mismo, un disco sin ninguna canción de relleno

THE AFTERNOONS visitarán nuestro país este mismo mes, es uno de los grupos que conforman el cartel del festival EASY POP WEEKEND (más información en la agenda de conciertos), me encantaría ver su actuación y comprobar como defienden en directo ese puñado de buenas canciones, pero Andorra (Teruel) me queda un poco lejos y no va a poder ser; tendré que conforrmarme con seguir disfrutándolas a través de su disco e ir descubriendo en ellas nuevos matices a cada escucha, lo cual y podeis creerme, no es poco.

Escrito por Rafa Beatman