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Por Rafa Beatman:
Reconozco que en los últimos tiempos mis oídos se han acostumbrado a escuchar a grupos más sosegados, sin tanta intensidad guitarrera y más relajados a niveles de energía y de ritmo de los que solían escuchar hace tan sólo unos pocos años y eso se refleja en la mayor parte de los discos a los que hago mención en Power Pop Action! que pertenecen a estilos con una orientación musical mucho más popera; pero mi afición por los sonidos del punk rock, el garage y el power pop vía finales de los setenta demanda de una forma periódica su buena dosis de “caña” y para alimentar a esa especie de monstruito interior ávido de ritmos poderosos recurro, entre otros muchos, a los discos de grupos actuales de power pop tan distintos entre sí como STARKY, FIRESTARTER, EVERYDAY THINGS, TEENAGE CONFIDENTIAL, PLASTIC LETTERS o éste que hoy os comento de THE LOST PATROL BAND.
Una reseña de su último disco firmada por J. F. León en un Ruta 66 ha significado un reclamo más que suficiente para interesarme por la música de estos rockeros procedentes de Suecia, de los que, aunque comenzaban su andadura musical en el 98 y cuentan ya con dos discos en su haber, no había tenido noticia alguna hasta la publicación de la mencionada reseña (para los que no conozcáis estos dos primeros trabajos de THE LOST PATROL – el nombre originario del grupo no contaba con el añadido de BAND - , deciros que musicalmente pertenecen a un estilo muy distinto al de su último disco y están orientados hacia un pop acústico de corte intimista y con el desamor como principal leif motiv). De quién si que había oído hablar es de su vocalista, guitarrista y lider, Dennis Lyxzén, conocido por formar o haber formado parte de bandas como Refused o los International Noise Conspiracy.
En este último disco de The Lost Patrol Band, Dennis aprovecha para dar rienda suelta a su pasión por los sonidos del power pop y de la new wave que se practicaba a finales de los
setenta y primeros años de los ochenta; Buzzcocks, Elvis Costello, Nerves o The Beat podrían ser y de hecho son referencias perfectas para unos temas que presentan como principales bazas un power pop luminoso combinado con energía rítmica, estribillos de ritmo clásico tremendamente adictivos y unas voces y coros que tal y como estilaban las bandas de finales de los setenta derrochan pasión y nervio; estas características se ven arropadas por unas guitarras de cierta querencia punk, una sección rítmica imparable y contundente y unos teclados que sin adquirir un principal protagonismo sí que sirven para revestir a alguna de las canciones con esa capa de barniz que les permite a los de Lyxzén sonar diferentes al resto de las bandas “al uso”, esta última característica se manifiesta en temas como la pegadiza y nuevaolera “Pick Me Up”, en la inyección de energía que suministra “Let Me In” o en el tema más lento del álbum, la preciosa “My Heart Is Still A Mess”, por poner tan sólo tres ejemplos.
Sé que es una frase recurrente a la hora de hacer un comentario de un disco la de afirmar aquello de que “aquí no hay temas de relleno”, pero trabajos como éste se ajustan a la perfección al tan socorrido y típico tópico, máxime si eres aficionado a los sonidos del power pop/punk/new wave/ de finales de los setenta. Desde las emociones desbordadas que emana el estribillo de “Feels Like Drowning”, tema que abre el disco hasta el pop infeccioso de “Can`t Stand The Quiet” que lo cierra, pasando por trallazos nuevaoleros como “Golden Times” o “Get Ready”o la furia desvergonzada y el ritmo abrumador de “Hanging On”, aquí no sobra ningún tema.
En definitiva, cada vez que digiero esta anfetamina sonora de The Lost Patrol Band, ese “mono” interior al que me refería en el primer párrafo y que de una forma periódica me pide su dosis de energía y de buena caña desaparece por completo. Un buen disco que cuenta con unos arreglos efectivos que huyen de pirotecnias baratas y en el que lo único criticable es su escasa duración (10 temas en poco más de 29 minutos) y que inevitablemente me deja con ganas de más; estaremos atentos a las próximas entregas de estos vikingos que hoy me han servido de ejemplo perfecto para ilustrar el porqué los paises nórdicos han sido y siguen siendo un referente principal dentro del rock and roll y una clásica e inagotable cantera de bandas de power pop.
Una reseña de su último disco firmada por J. F. León en un Ruta 66 ha significado un reclamo más que suficiente para interesarme por la música de estos rockeros procedentes de Suecia, de los que, aunque comenzaban su andadura musical en el 98 y cuentan ya con dos discos en su haber, no había tenido noticia alguna hasta la publicación de la mencionada reseña (para los que no conozcáis estos dos primeros trabajos de THE LOST PATROL – el nombre originario del grupo no contaba con el añadido de BAND - , deciros que musicalmente pertenecen a un estilo muy distinto al de su último disco y están orientados hacia un pop acústico de corte intimista y con el desamor como principal leif motiv). De quién si que había oído hablar es de su vocalista, guitarrista y lider, Dennis Lyxzén, conocido por formar o haber formado parte de bandas como Refused o los International Noise Conspiracy.
En este último disco de The Lost Patrol Band, Dennis aprovecha para dar rienda suelta a su pasión por los sonidos del power pop y de la new wave que se practicaba a finales de los
setenta y primeros años de los ochenta; Buzzcocks, Elvis Costello, Nerves o The Beat podrían ser y de hecho son referencias perfectas para unos temas que presentan como principales bazas un power pop luminoso combinado con energía rítmica, estribillos de ritmo clásico tremendamente adictivos y unas voces y coros que tal y como estilaban las bandas de finales de los setenta derrochan pasión y nervio; estas características se ven arropadas por unas guitarras de cierta querencia punk, una sección rítmica imparable y contundente y unos teclados que sin adquirir un principal protagonismo sí que sirven para revestir a alguna de las canciones con esa capa de barniz que les permite a los de Lyxzén sonar diferentes al resto de las bandas “al uso”, esta última característica se manifiesta en temas como la pegadiza y nuevaolera “Pick Me Up”, en la inyección de energía que suministra “Let Me In” o en el tema más lento del álbum, la preciosa “My Heart Is Still A Mess”, por poner tan sólo tres ejemplos.Sé que es una frase recurrente a la hora de hacer un comentario de un disco la de afirmar aquello de que “aquí no hay temas de relleno”, pero trabajos como éste se ajustan a la perfección al tan socorrido y típico tópico, máxime si eres aficionado a los sonidos del power pop/punk/new wave/ de finales de los setenta. Desde las emociones desbordadas que emana el estribillo de “Feels Like Drowning”, tema que abre el disco hasta el pop infeccioso de “Can`t Stand The Quiet” que lo cierra, pasando por trallazos nuevaoleros como “Golden Times” o “Get Ready”o la furia desvergonzada y el ritmo abrumador de “Hanging On”, aquí no sobra ningún tema.
En definitiva, cada vez que digiero esta anfetamina sonora de The Lost Patrol Band, ese “mono” interior al que me refería en el primer párrafo y que de una forma periódica me pide su dosis de energía y de buena caña desaparece por completo. Un buen disco que cuenta con unos arreglos efectivos que huyen de pirotecnias baratas y en el que lo único criticable es su escasa duración (10 temas en poco más de 29 minutos) y que inevitablemente me deja con ganas de más; estaremos atentos a las próximas entregas de estos vikingos que hoy me han servido de ejemplo perfecto para ilustrar el porqué los paises nórdicos han sido y siguen siendo un referente principal dentro del rock and roll y una clásica e inagotable cantera de bandas de power pop.
http://www.myspace.com/thelostpatrolband
Artículo escrito por RAFA BEATMAN
