Por Rafa Beatman:
Sebastián Rubín formó parte activa como compositor, cantante y guitarrista del grupo Grand Prix desde 1995 hasta el 2004, año en el que los argentinos decidieron poner fin a su singladura musical. Un sinfín de canciones repartidas en varios discos tributo y dos largas duraciones: “Hogar” y “Lejos”, este último publicado en España por el sello Rock Indiana, avalan la labor compositiva del grupo durante estos siete años, material sonoro que les ha sido suficiente para conseguir un merecido reconocimiento internacional tanto a nivel de crítica como de público.
Artesano del pop, Sebastián Rubín ha seguido ligado al mundo de la música y “Esperando el Fin del Mundo”, es el título de su última referencia en solitario. El próximo mes de octubre visitará nuestro país para presentar las canciones que forman parte de este trabajo, en su “kit” de asalto dos poderosas armas, guitarra y voz, aguardan el momento de descargar sus ráfagas de metralla pop sobre las plazas en las que actúe, la artillería la pondrán sus magníficos temas. Aprovechamos la ocasión para hacerle la siguiente entrevista:...
“Esperando el fin de mundo” es el título de tu último y recién estrenado trabajo, además de su publicación en Argentina también está prevista una edición española a través del sello DRO ¿saldrá publicado en más países?
Sí, de hecho el disco también se editará en Brasil a través del sello Senhor F. Además está programado que vaya con mi banda, Los Subtitulados, a tocar en Diciembre al festival Sonora en Curitiba compartiendo cartel con The Violent Femmes, Razorlight y The Fiery Furnaces entre otros.
Tanto del título del disco como de la temática de la mayoría de sus canciones (amor, desamor, soledad, amargura por el transcurso del tiempo…) se desprende un sentimiento de tristeza pero al mismo tiempo ofrecen una posibilidad resignada de abrir puertas a la esperanza y al optimismo ¿se trata simplemente de esa dosis de ironía tan típica en quien se autodefine en uno de sus temas como “el genio de la soledad”? ¿Qué es realmente lo que pretendes transmitir con tus canciones?
Bueno, eso depende de las canciones. Cada canción, cada melodía, me lleva a escribir algo distinto. Yo no escribo las letras antes de las músicas, por eso, en general, trato de convertir en palabras lo que la misma melodía me transmite. Obvio que es mi lectura personal y propia, y no puedo evitar usar en ocasiones la ironía porque eso es algo que hago en mi vida cotidiana, pero trato de que las canciones mismas me dicten las letras, si se entiende lo que quiero decir. Algunas canciones son de amor, otras de desamor y otras no tienen nada que ver con el amor. Incluso en este disco hay una canción melancólica acerca de la melancolía misma.
A un nivel musical, ¿Qué nos vamos a encontrar en “Esperando el fin del mundo?, ¿presenta diferencias con respecto a tus otros trabajos?
Desde mi punto de vista, este disco tiene canciones más concisas y breves que los discos anteriores con Grand Prix. No son más sencillas o despojadas, pero es cierto que hay menos baladas y más electricidad. Pero hay elementos que fueron y siguen siendo esenciales en mis canciones, las melodías, las armonías vocales, los guitarrazos, que en distintas dosis siguen presentes en todo el disco.
¿En qué momento se encuentra Sebastian Rubín como músico y como compositor?
Musicalmente creo que este disco en algún punto profundiza el camino que inicié hace años ya, y de alguna manera, aunque me interesa seguir buscando esa maldita canción perfecta, también siento mucha curiosidad por saber si puedo hacer otras cosas. Por ejemplo, estamos planeando un EP conjunto con Satélite Kingston, una banda argentina de ska jamaiquino instrumental, y estoy experimentando con este género y es algo que me divierte mucho. El futuro está abierto. Pero también sé que uno es lo que es...
Para “Esperando el fin del mundo” recuperas dos canciones ya incluidas en tu primer trabajo: “odio el amor” y “el genio de la soledad”, escuchando ambos temas sus letras parecen estar relacionadas, ¿rescate emocional o simple recuperación arbitraria?
Te corrijo, la edición española tiene cinco canciones de Viva la Vida. Básicamente esto responde a que este es mi primer LP como solista y resume toda esta primera etapa post GP, estos últimos 2 años y medio. Y como en Argentina el EP está editado, básicamente decidí incluir las canciones que más aportaran al disco desde su potencial y que a su vez mejor se complementaran con las nuevas para pintar este cuadro inicial como solista. Pero volviendo a la pregunta, esas dos canciones fueron las primeras que escribí como solista, y responden mucho al momento aquel de separación y dolor, funcionando de alguna manera como ejercicios de exorcismo. No es casualidad que la última canción que compuse para el álbum sea "Yo me quiero enamorar". Fueron dos años de mucho saneamiento interior.
Año 2006, el antiguo Planeta Azul acelera su degradación y avanza de forma imparable hacia un futuro Planeta Gris, ¿Agonizan el amor y el romanticismo?
No creo. Mientras haya chicas lindas...El tema es que cada vez perdemos más rápido esa inocencia adolescente fuente de toda la energía romántica, y no me refiero sólo al amor. Y cada vez es más fácil ver una teta. La adultización de la vida, eso de querer una nevera o un coche más grande y no un corazón más grande, es el verdadero enemigo.
El próximo mes de octubre iniciarás tu gira española, sabemos que no es la primera vez que visitas nuestro país, ¿Qué recuerdos guardas de tus actuaciones en España?
Los mejores, absolutamente. No todos los shows fueron iguales, y a no todos los escenarios nos subimos de igual manera, la gira con GP fue maravillosa y desgastante en iguales proporciones. Pero así como hubo shows tirando a normalitos, también estoy seguro que allí dimos algunos de los mejores de nuestras vidas.
¿Qué conoces del Pop de nuestro país?, ¿Qué grupos destacarías?
Bastante, por suerte. Primero, porque mis visitas me permitieron hacerme amigos talentosísimos y cuya música me llena el alma, y hablo de los Sunday Drivers, los Happy Losers y Santi Campos con quienes giramos en aquel Autumn Almanac de 2004. Con Juan y Eva de Amaral me une una amistad entrañable y son tan talentosos como buena gente. Xoel de Deluxe es otro músico tremendamente talentoso y también me gusta Tachenko, su Amable es una canción increíble. Del lado más melanco me gusta mucho Maga, y de los que no conozco personalmente, Lori Meyers hizo un primer disco increíble y el último de Love of Lesbian también me gustó mucho.
¿Aprecias muchas diferencias entre España y Argentina a la hora de vivir y entender el POP?
Muchas, en España está muy desarrollada la sensibilidad respecto de grupos como los Byrds o Teenage Fanclub por ejemplo y están muy informados. El público está ávido de melodías y saben muy bien lo que quieren. En Argentina hay otra historia. Quizás haya más variedad y la música indie se relacione mucho más con Pixies y Sonic Youth que con Big Star, y eso complica un poco la comunicación con el público. Aquí el pop es más tecnopop, y el indie es más noise.
¿Cómo serán las actuaciones de tu próxima gira?, ¿te presentarás en solitario o vendrás acompañado de un grupo?
Por cuestiones presupuestarias, esta gira la realizaré en solitario, con mi guitarra y algún que otro amigo local que se preste a acompañarme. Yo suelo tocar mucho en este formato y tiene la ventaja de permitirme hacer shows mucho más flexibles a la hora de armar el repertorio. Y también hace que el contacto con la gente sea mucho más informal. A mí me divierte mucho tocar así y en general la gente se la pasa de puta madre.
Imagino que ésta pregunta te resultará más familiar que el gol de Maradona frente a Inglaterra en el Mundial de México, pero formulártela es casi una obligación. Tras siete años funcionando como grupo, dos sensacionales trabajos en el mercado y una buena colección de excelentes críticas ¿Cuáles fueron los motivos que condujeron a la separación de Grand Prix?
Yo creo que llegó un punto en que no todos teníamos las mismas ganas de hacer música y esto provocó roces y tensiones que nos distanciaron como personas. En algún punto, el tiempo nos dio la razón porque sé que todos estamos mucho más contentos ahora que cuando teníamos el grupo. Obvio que nos dio mucha pena, mucho dolor. Pero era momento de tomar caminos diferentes. Nada más, no se murió nadie, era sólo una banda que por suerte dejó un montón de canciones de las que estoy más que orgulloso.
Además de componer tus propias canciones también te dedicas a producir los trabajos de otras bandas, como ha sido el caso de un grupo que entrevistábamos recientemente en PPA!, los bonaerenses Baby Scream. Las canciones que he escuchado de este grupo me transmiten muy buenas vibraciones y me queda la sensación de que son una banda con un gran talento, ¿a que crees que es debido que grupos tan interesantes como Baby Scream pasen completamente desapercibidos entre los aficionados al Pop, incluso de su propio país?. Tú que has vivido los amargos sinsabores de luchar por sacar adelante a tu grupo. ¿hasta que punto el desánimo puede mandar al garete el trabajo y la ilusión de bandas que, como los Baby Scream, se merecen mejor suerte?, ¿Qué armas necesita un grupo para vencer a la indiferencia hacia su trabajo?
El caso de Baby Scream es muy extraño, yo no tenía idea de su existencia, y eso que hace ya muchos años que me muevo en la escena indie Argentina. El hecho de que no sean conocidos, en su caso, me parece que parte un poco de ellos, no sé hasta qué punto les interesa pertenecer a esta movida. Para mí es una pena porque son muy buenos. Yo creo que lo único que uno puede hacer para vencer el desánimo es no hacerse expectativas ilusorias, ponerse objetivos concretos hacia donde encaminar el trabajo y hacer, hacer y hacer. Y si sacas un disco y no pasa nada, bueno, a hacer otro y ya. Es difícil y a veces uno tiene ganas de mandar todo al diablo, pero hay que tener tesón y disfrutar del camino independientemente de que si uno llega o no a la meta.
Algo me dice que una persona que se encarga de componer sus propias canciones y que al mismo tiempo realiza las tareas de producción para otros grupos constituye un claro ejemplo de culo musicalmente inquieto, así que no tienes más remedio que relacionarnos brevemente el resto de colaboraciones y proyectos en los que te hayas involucrado.
Como dije antes, estamos craneando un trabajo en conjunto con los Satélite Kingston, con quienes además grabé una canción para su último disco. Y me gustaría seguir produciendo. Estoy trabajando con un artista llamado Atención pero recién empezamos y con la gira la cosa está en un estado muy primitivo. Y seguramente grabe un disco de versiones acústicas como Compone Ladrón para colgar en la web por el gusto de hacerlo.
Teenage Fanclub siempre han resultado una influencia fundamental para tus canciones, “Man Made”, su último disco y al menos en nuestro país, no ha recibido buenos críticas. Como buen aficionado que eres a la música de los escoceses, ¿que opinión te merece su último disco?
A mí me gusta muchísimo. Yo creo que no se puede pedir a los artistas que nos cambien la vida con cada disco que sacan. La mayoría de los grupos ni siquiera logra hacerlo ni una vez, y los TFC me cambiaron la vida ya un par de veces con Bandwagonesque y Grand Prix. Y hay que estar agradecidos de que sigan sacando discos de la calidad de Man Made. No debemos usar un doble estándar porque si este disco lo hubiera sacado un grupo ignoto de Noruega todos estarían babeándose ante los nuevos genios del pop.
Muchas gracias por concedernos la entrevista Sebastián, ¿hay algo más que quieras añadir?
Sí: gracias por escuchar.
Artesano del pop, Sebastián Rubín ha seguido ligado al mundo de la música y “Esperando el Fin del Mundo”, es el título de su última referencia en solitario. El próximo mes de octubre visitará nuestro país para presentar las canciones que forman parte de este trabajo, en su “kit” de asalto dos poderosas armas, guitarra y voz, aguardan el momento de descargar sus ráfagas de metralla pop sobre las plazas en las que actúe, la artillería la pondrán sus magníficos temas. Aprovechamos la ocasión para hacerle la siguiente entrevista:...
“Esperando el fin de mundo” es el título de tu último y recién estrenado trabajo, además de su publicación en Argentina también está prevista una edición española a través del sello DRO ¿saldrá publicado en más países?
Sí, de hecho el disco también se editará en Brasil a través del sello Senhor F. Además está programado que vaya con mi banda, Los Subtitulados, a tocar en Diciembre al festival Sonora en Curitiba compartiendo cartel con The Violent Femmes, Razorlight y The Fiery Furnaces entre otros.
Tanto del título del disco como de la temática de la mayoría de sus canciones (amor, desamor, soledad, amargura por el transcurso del tiempo…) se desprende un sentimiento de tristeza pero al mismo tiempo ofrecen una posibilidad resignada de abrir puertas a la esperanza y al optimismo ¿se trata simplemente de esa dosis de ironía tan típica en quien se autodefine en uno de sus temas como “el genio de la soledad”? ¿Qué es realmente lo que pretendes transmitir con tus canciones?
Bueno, eso depende de las canciones. Cada canción, cada melodía, me lleva a escribir algo distinto. Yo no escribo las letras antes de las músicas, por eso, en general, trato de convertir en palabras lo que la misma melodía me transmite. Obvio que es mi lectura personal y propia, y no puedo evitar usar en ocasiones la ironía porque eso es algo que hago en mi vida cotidiana, pero trato de que las canciones mismas me dicten las letras, si se entiende lo que quiero decir. Algunas canciones son de amor, otras de desamor y otras no tienen nada que ver con el amor. Incluso en este disco hay una canción melancólica acerca de la melancolía misma.
A un nivel musical, ¿Qué nos vamos a encontrar en “Esperando el fin del mundo?, ¿presenta diferencias con respecto a tus otros trabajos?
Desde mi punto de vista, este disco tiene canciones más concisas y breves que los discos anteriores con Grand Prix. No son más sencillas o despojadas, pero es cierto que hay menos baladas y más electricidad. Pero hay elementos que fueron y siguen siendo esenciales en mis canciones, las melodías, las armonías vocales, los guitarrazos, que en distintas dosis siguen presentes en todo el disco.
¿En qué momento se encuentra Sebastian Rubín como músico y como compositor?
Musicalmente creo que este disco en algún punto profundiza el camino que inicié hace años ya, y de alguna manera, aunque me interesa seguir buscando esa maldita canción perfecta, también siento mucha curiosidad por saber si puedo hacer otras cosas. Por ejemplo, estamos planeando un EP conjunto con Satélite Kingston, una banda argentina de ska jamaiquino instrumental, y estoy experimentando con este género y es algo que me divierte mucho. El futuro está abierto. Pero también sé que uno es lo que es...
Para “Esperando el fin del mundo” recuperas dos canciones ya incluidas en tu primer trabajo: “odio el amor” y “el genio de la soledad”, escuchando ambos temas sus letras parecen estar relacionadas, ¿rescate emocional o simple recuperación arbitraria?
Te corrijo, la edición española tiene cinco canciones de Viva la Vida. Básicamente esto responde a que este es mi primer LP como solista y resume toda esta primera etapa post GP, estos últimos 2 años y medio. Y como en Argentina el EP está editado, básicamente decidí incluir las canciones que más aportaran al disco desde su potencial y que a su vez mejor se complementaran con las nuevas para pintar este cuadro inicial como solista. Pero volviendo a la pregunta, esas dos canciones fueron las primeras que escribí como solista, y responden mucho al momento aquel de separación y dolor, funcionando de alguna manera como ejercicios de exorcismo. No es casualidad que la última canción que compuse para el álbum sea "Yo me quiero enamorar". Fueron dos años de mucho saneamiento interior.
Año 2006, el antiguo Planeta Azul acelera su degradación y avanza de forma imparable hacia un futuro Planeta Gris, ¿Agonizan el amor y el romanticismo?
No creo. Mientras haya chicas lindas...El tema es que cada vez perdemos más rápido esa inocencia adolescente fuente de toda la energía romántica, y no me refiero sólo al amor. Y cada vez es más fácil ver una teta. La adultización de la vida, eso de querer una nevera o un coche más grande y no un corazón más grande, es el verdadero enemigo.
El próximo mes de octubre iniciarás tu gira española, sabemos que no es la primera vez que visitas nuestro país, ¿Qué recuerdos guardas de tus actuaciones en España?
Los mejores, absolutamente. No todos los shows fueron iguales, y a no todos los escenarios nos subimos de igual manera, la gira con GP fue maravillosa y desgastante en iguales proporciones. Pero así como hubo shows tirando a normalitos, también estoy seguro que allí dimos algunos de los mejores de nuestras vidas.
¿Qué conoces del Pop de nuestro país?, ¿Qué grupos destacarías?
Bastante, por suerte. Primero, porque mis visitas me permitieron hacerme amigos talentosísimos y cuya música me llena el alma, y hablo de los Sunday Drivers, los Happy Losers y Santi Campos con quienes giramos en aquel Autumn Almanac de 2004. Con Juan y Eva de Amaral me une una amistad entrañable y son tan talentosos como buena gente. Xoel de Deluxe es otro músico tremendamente talentoso y también me gusta Tachenko, su Amable es una canción increíble. Del lado más melanco me gusta mucho Maga, y de los que no conozco personalmente, Lori Meyers hizo un primer disco increíble y el último de Love of Lesbian también me gustó mucho.
¿Aprecias muchas diferencias entre España y Argentina a la hora de vivir y entender el POP?
Muchas, en España está muy desarrollada la sensibilidad respecto de grupos como los Byrds o Teenage Fanclub por ejemplo y están muy informados. El público está ávido de melodías y saben muy bien lo que quieren. En Argentina hay otra historia. Quizás haya más variedad y la música indie se relacione mucho más con Pixies y Sonic Youth que con Big Star, y eso complica un poco la comunicación con el público. Aquí el pop es más tecnopop, y el indie es más noise.
¿Cómo serán las actuaciones de tu próxima gira?, ¿te presentarás en solitario o vendrás acompañado de un grupo?
Por cuestiones presupuestarias, esta gira la realizaré en solitario, con mi guitarra y algún que otro amigo local que se preste a acompañarme. Yo suelo tocar mucho en este formato y tiene la ventaja de permitirme hacer shows mucho más flexibles a la hora de armar el repertorio. Y también hace que el contacto con la gente sea mucho más informal. A mí me divierte mucho tocar así y en general la gente se la pasa de puta madre.
Imagino que ésta pregunta te resultará más familiar que el gol de Maradona frente a Inglaterra en el Mundial de México, pero formulártela es casi una obligación. Tras siete años funcionando como grupo, dos sensacionales trabajos en el mercado y una buena colección de excelentes críticas ¿Cuáles fueron los motivos que condujeron a la separación de Grand Prix?
Yo creo que llegó un punto en que no todos teníamos las mismas ganas de hacer música y esto provocó roces y tensiones que nos distanciaron como personas. En algún punto, el tiempo nos dio la razón porque sé que todos estamos mucho más contentos ahora que cuando teníamos el grupo. Obvio que nos dio mucha pena, mucho dolor. Pero era momento de tomar caminos diferentes. Nada más, no se murió nadie, era sólo una banda que por suerte dejó un montón de canciones de las que estoy más que orgulloso.
Además de componer tus propias canciones también te dedicas a producir los trabajos de otras bandas, como ha sido el caso de un grupo que entrevistábamos recientemente en PPA!, los bonaerenses Baby Scream. Las canciones que he escuchado de este grupo me transmiten muy buenas vibraciones y me queda la sensación de que son una banda con un gran talento, ¿a que crees que es debido que grupos tan interesantes como Baby Scream pasen completamente desapercibidos entre los aficionados al Pop, incluso de su propio país?. Tú que has vivido los amargos sinsabores de luchar por sacar adelante a tu grupo. ¿hasta que punto el desánimo puede mandar al garete el trabajo y la ilusión de bandas que, como los Baby Scream, se merecen mejor suerte?, ¿Qué armas necesita un grupo para vencer a la indiferencia hacia su trabajo?
El caso de Baby Scream es muy extraño, yo no tenía idea de su existencia, y eso que hace ya muchos años que me muevo en la escena indie Argentina. El hecho de que no sean conocidos, en su caso, me parece que parte un poco de ellos, no sé hasta qué punto les interesa pertenecer a esta movida. Para mí es una pena porque son muy buenos. Yo creo que lo único que uno puede hacer para vencer el desánimo es no hacerse expectativas ilusorias, ponerse objetivos concretos hacia donde encaminar el trabajo y hacer, hacer y hacer. Y si sacas un disco y no pasa nada, bueno, a hacer otro y ya. Es difícil y a veces uno tiene ganas de mandar todo al diablo, pero hay que tener tesón y disfrutar del camino independientemente de que si uno llega o no a la meta.
Algo me dice que una persona que se encarga de componer sus propias canciones y que al mismo tiempo realiza las tareas de producción para otros grupos constituye un claro ejemplo de culo musicalmente inquieto, así que no tienes más remedio que relacionarnos brevemente el resto de colaboraciones y proyectos en los que te hayas involucrado.
Como dije antes, estamos craneando un trabajo en conjunto con los Satélite Kingston, con quienes además grabé una canción para su último disco. Y me gustaría seguir produciendo. Estoy trabajando con un artista llamado Atención pero recién empezamos y con la gira la cosa está en un estado muy primitivo. Y seguramente grabe un disco de versiones acústicas como Compone Ladrón para colgar en la web por el gusto de hacerlo.
Teenage Fanclub siempre han resultado una influencia fundamental para tus canciones, “Man Made”, su último disco y al menos en nuestro país, no ha recibido buenos críticas. Como buen aficionado que eres a la música de los escoceses, ¿que opinión te merece su último disco?
A mí me gusta muchísimo. Yo creo que no se puede pedir a los artistas que nos cambien la vida con cada disco que sacan. La mayoría de los grupos ni siquiera logra hacerlo ni una vez, y los TFC me cambiaron la vida ya un par de veces con Bandwagonesque y Grand Prix. Y hay que estar agradecidos de que sigan sacando discos de la calidad de Man Made. No debemos usar un doble estándar porque si este disco lo hubiera sacado un grupo ignoto de Noruega todos estarían babeándose ante los nuevos genios del pop.
Muchas gracias por concedernos la entrevista Sebastián, ¿hay algo más que quieras añadir?
Sí: gracias por escuchar.
Entrevista realizada por RAFA BEATMAN