CALLING DOCTOR HOWARD: LA SAGA THE ROCKERS/THE FINDERS





Por Luis de Ory:


Las recientes reediciones por parte del sello Cheap Rewards de las canciones de The Finders  y del mítico EP The Rockers, nos brindan una excelente excusa para repasar esta pequeña saga powerpopera surgida en San Francisco a finales de los años Setenta y que, de forma injusta, pasó bastante desapercibida. Esta circunstancia no es ajena a la de tantos otros grupos que están siendo recuperados como aunténticos iconos del género musical que tanto idolatramos en Power Pop Action!

La historia de The Rockers comienza en la Bahía de San Francisco con John Perga y Philip Schraub, dos viejos amigos que compartían afición por los grupos de la denominada “Invasión Británica”.


En la primera mitad de los Setenta John había convertido su vivienda, situada en la zona de la playa de San Francisco,  en un pequeño estudio casero de grabación. Tras varios años en los que John y Phil se reunían de forma regular para tocar, ensayar y materializar sus propias grabaciones,  se plantearon la posibilidad de tocar como dúo acústico en los cafés y pubs de la zona. 

A estos ensayos se les unió Dennis, el hermano de Phil, que tocaba la batería y que ya compartiera con ellos algunos grupos en los Sesenta, como The Druids o The Mood. Con esta incorporación dieron un paso importante ya que ahora conseguían por fin sonar como una banda. Dennis, que poseía una destreza especial en la edición de sonido y en sacar buen partido a las grabaciones, empezó a trabajar con ellas, a editarlas y a mezclarlas. Gracias a esta labor de Dennis, grabaron un buen puñado de demos.

Con estos ensayos consiguieron un repertorio lo suficientemente amplio y la habilidad necesaria para enfrentarse al público, así que en 1977 decidieron formar una banda para tocar en directo todas esas canciones que compusieron en casa de John. 

Dennis, por asuntos familiares y laborales, no podía dedicar todo el tiempo que quería al grupo, así que buscaron  a otro baterista. El elegido fue George Hastings que tambien había tocado en alguno de los grupos que Phil tuvo tiempo atrás.

El siguiente en incorporarse fue Carl Jeppepsen, un super fan de los Who que conocía George Hastings, que no solo era un gran bajista, sino también un excelente vocalista y compositor de canciones. 

Ya con la formación completa, alquilaron un local en el sótano de una panadería de San Francisco y empezaron a ensayar duro.  Ahora tocaba escoger el nombre para el grupo. Finalmente, se decidieron por JOHNNY ROCK & THE ROCKERS, valiéndose del pseudónimo que John Perga, entre bromas, había adquirido recientemente. Estos ensayos eran frenéticos y fructíferos.  En uno de ellos, compusieron sobre la marcha una canción que titularon “Calling Doctor Howard”  y que grabarían algunos años más tarde. 

Tras un largo año de ensayos en el que terminaron nuevas canciones, les surgió la posibilidad de actuar por primera vez en un festival  de verano llamado “The Day In The Dirt” en Half Moon Bay, ciudad pegada a San Francisco. Era 1979 y, a pesar de ser un año muy prolífico musicalmente, la audiencia era de lo más variopinta y estaba llena de hippies un poco consternados ante lo que veían y escuchaban. 

Aunque este festival supuso el debut del grupo sobre un escenario y ante un público numeroso, fueron los conciertos que dieron con posterioridad en algunos  Cafés de San Francisco lo que les otorgó solidez como banda. Estos conciertos, ante un público más homogéneo, les permitieron adaptarse rápidamente a la estética del Punk y la New Wave, movimientos en pleno auge en el San Francisco de aquellos días. Esta circunstancia les brindó la oportunidad de telonear a las Go-Go’s y poco a poco, The Rockers comenzaron a ganarse una aceptable parroquia de fans.

Cuando todo empezaba por fin a funcionar, las desavenencias entre el bajista y el batería propiciaron un cambio de formación. Carl Jeppepsen les dio un ultimatum a John y a Phil al decirles que no podían continuar así. O se iba George o lo dejaba él. Tras varias deliberaciones, decidieron quedarse con Carl y pasar el mal trago de comunicarle a George que tenía que abandonar la banda.

Pusieron anuncios para buscar un nuevo baterista y empezaron a hacer pruebas a varios candidatos hasta que dieron con Bryan Allinsmith, un tipo con carisma que aporreaba las baquetas a base de bien. 

Con esta nueva formación acortaron el nombre del grupo dejándolo en The Rockers y dieron algunos conciertos hasta que decidieron autofinaciar su EP de debut con la intención de promocionarse en condiciones y hacer lo que la mayoría de los grupos hacía en aquella época, vender su disco en los conciertos. 

A finales de 1979  entraron en el estudio Mobius Music para grabar cuatro canciones. Las elegidas fueron  Don’t Leave Me Tonigh", una auténtica obra de artesanía pop que con el paso del tiempo se ha convertido en un clásico del powerpop;  el medio tiempo “Comeback, compuesta, al igual que la anterior,  por Carl Jeppepsen; la joya beat “I Want ToTell Youcompuesta por Phil Schraub y otro precioso medio tiempo titulado “Understandingcon Phil y John en los créditos. El EP vio la luz a comienzos  de 1980 en el pequeño sello que crearon, Alcatraz Records. Con el paso de los años el disco se convirtió en mítico y en objeto de culto. Recientemente ha sido reeditado por Cheap Rewards Records.

El EP se distribuyó de manera aceptable y era fácil encontrarlo  en las tiendas de discos. Tuvo una buena acogida entre los aficionados y también recibió buenas críticas en la prensa y radio locales. Sin embargo, tras un año de conciertos en el que se habían pateado los clubes de la zona, estaban quemados. El primero en desanimarse fue Carl, que decidió abandonar el grupo. Se pusieron a buscar un nuevo bajista de inmediato y dieron con Sheridan Oaks que, a pesar de tocar bien, no tenía el talento de Carl y nunca llegó a encajar del todo con ellos. Ensayaron duro y continuaron algunos meses en la brecha, consiguiendo incluso alguna aparición radiofónica en la KFJC de San Francisco, pero poco después, en ese mismo 1980, los Rockers se separaron definitivamente.  

Tras unos meses de parón, John y Phil conocieron a John SanFilippo, un tipo que tocaba bien el bajo y la guitarra. Esto les animó a pasar página y a refundar un nuevo grupo al que llamaron THE FINDERS. No tardaron mucho en volver a los estudios Mobius para grabar un par de canciones que se convertirían en su primer single. Fueron “It’s SoInsane” y “Wich Way”, dos auténticos trallazos de powerpop de alto calibre publicados en 1981 en Ski-Fi Records, un pequeño sello local. El 7’’ obtuvo muy buenas críticas pero un escasísimo apoyo promocional que hizo que, incomprensiblemente, pasase bastante desapercibido.

Solo seis meses después, ya en 1982, volvieron por tercera vez a los estudios Mobius para grabar un nuevo single. En esta ocasión las canciones elegidas fueron “Calling Dr Howard”, aquella loca canción compuesta en la época de The Rockers y que se había convertido en la favorita del público en sus ya multitudinarios conciertos. La canción era un homenaje en clave humorística a la comedia de los años 30 “The Three Stooges”. La otra canción del single es “Bad Food”,  una parodia de los restaurantes americanos de comida rápida, que mas que “Fast Food” eran de “Bad Food”. Un disco plagado de guiños humorísticos, recurso bastante habitual en el grupo. La portada del single provocó cierta polémica porque aparecía el propio John vomitando en un WC, se supone que tras comer una hamburguesa de uno de esos restaurantes de “fast food” y de fondo se podía ver un poster de la película “The Three Stooges”. La productora Columbia Pictures, propietaria de los derechos de la película, contactó con Ski Fi Records instándole a que dejasen de usar esa imagen bajo amenazas de emprender acciones legales. Al final tuvieron que cambiarla por otra funda más inocua con una foto del grupo sobre un crucigrama.

Esta polémica dio cierta popularidad al disco y ayudó a que se vendiese algo mejor, pero el empujón definitivo llegó con el video de la canción “Calling Dr. Howard”. Un tal Joe O fue e
l que les produjo el cómico video, plagado de sketchs humorísticos. El video fue emitido en la MTV lo que contribuyó, sin duda, al aumento de las ventas y a llenar la agenda de los Finders de bolos por todo el estado de California. Sin embargo, ese sketch del vómito en el WC terminó por volverse contra ellos ya que empezaron a escenificarlo en los conciertos una y otra vez,  hasta el punto de la saturación, y los auténticos fans del grupo comenzaron a sentirse molestos por culpa de tanta teatralidad encima del escenario. El grupo terminó por suprimir la canción de su set list y obviamente, también el sketch con la parodia del vómito.

Esto propició un cambio de rumbo. Se propusieron hacer un sonido mas potente, para lo cual, ficharon al nuevo guitarrista Mark Newcomb. Con él empezaron a planear la grabación de su disco de debut. Joe O, el productor de su popular video, se había convertido en el manager del grupo y había contactado con el inglés Tony Secunda para que trabajase con ellos. Tony Secunda era un experimentado empresario musical que había sido manager de bandas de renombre como The Move o T-Rex y que se encargaría de vender el producto a alguna discográfica, ya que su pequeño sello Ski-Fi Records, tras los numerosos problemas surgidos, prácticamente estaba inactivo.

Entraron de nuevo en los estudios Mobius y comenzó la grabación del LP en el que incluirían las cuatro canciones de sus dos singles y ocho canciones más. Pero la grabación estuvo plagada de problemas. Tony Secunda, que en un principio iba a encargarse del tema empresarial, terminó involucrándose en la producción del disco y esto chocó con los intereses del grupo por la visión completamente diferente que tenían del proyecto. El asunto se volvió complicado y decidieron prescindir de sus servicios. Las mezclas las terminaron con Oliver DiCiccio que ya había trabajado con ellos en sus anteriores singles.  Desgraciadamente, el producto no se vendió a ninguna discográfica y las canciones quedaron inéditas hasta 1999, año en el que se publicaron en un inencontrable LP. En 2003 fueron editadas en un CD titulado “Calling Dr. Powerpop”, con un formato algo más expandido que, a la postre, se convirtió en una fabulosa y recomendable antología de la banda.

La grabación de ese fallido LP fue la puntilla y el desánimo cundió en el grupo. En junio de 1983 ofrecieron su último concierto en el Mabulhay Gardens de San Francisco y los Finders empezaron a forjar su pequeña leyenda hasta los días actuales en los que Cheap Rewards ha hecho una reedición de material suyo con algunas canciones inéditas. El LP se titula “Finders Keepers” y es otro de esos discos que los amantes del powerpop no deben pasar por alto. 







Artículo escrito por Luis de Ory