THE BANDOGS - THE END OF THE BANDOGS




Por Luis de Ory:

En nuestra actualización de hoy, os ofrecemos la oportunidad de haceros con un gran disco de punk-power-pop, de manera absolutamente gratis y, además, completamente legal. El disco en cuestión pertenece a los madrileños THE BANDOGS, un grupo que vivió su sueño musical a mediados de los 90, y que sin duda, fue uno de los grupos pioneros en nuestro país dentro de este género. Además de algunas canciones publicadas en varios recopilatorios, llegaron a grabar un disco que nunca ha visto la luz de manera “oficial” y que a partir de hoy, podréis descargaros en PPA!.

De antemano, quiero enviar un agradecimiento a Eduardo Torres, guitarrista del grupo, así como al resto de los BANDOGS, por el detalle de compartir su música con nosotros de una forma totalmente altruista.

Todo comenzaba en mayo de 1991, cuando los dos hermanos Torres, grandes aficionados en aquella época a los grupos de garaje de los 80 y, como no, a la música de los 60, se dedicaban a tocar en casa como simple divertimento y contando tan sólo con una guitarra española. Su empeño les llevó a componer una canción propia, titulada “My Life Has Changed”, que 3 años después les haría ver su primer sueño hecho realidad, ya que sería publicada en el Nº 2 del fanzine SNAP!

En aquellos momentos iniciales, Eduardo tenía 20 años y Juan sólo contaba con 15, pero quedaron tan satisfechos con su propia composición que decidieron ponerse manos a la obra con la intención de formar una banda y, por supuesto, no demorarse más en conseguir unos instrumentos decentes.

Pocos meses después, Eduardo y Juan ya se habían comprado su guitarra y bajo eléctricos respectivamente, y se juntaban con sus dos amigos: Mario Sánchez a la guitarra y Antonio Milara a la batería, para ensayar las canciones que les gustaban, que se movían entre el salvaje sonido garaje de los Sonics, el garaje r’n’b de los Cynics, hasta el pop surfero de los Sunrays, grupos que solían versionear en sus ensayos. Su entusiasmo no tenía límites y les quedaba todo el futuro por delante.

Poco después, Antonio abandonaba el grupo y sería sustituido por el también jovencísimo Fernando Muro, que sería el batería definitivo. Los ensayos se hacían con regularidad y ya habían conseguido un repertorio lo suficientemente amplio como para hacer su “bautismo” encima de un escenario.

Eso fue en septiembre de 1992, el proyecto iba viento en popa pero en 1993, Mario, el otro guitarra, abandonaba. Este contratiempo, lejos de suponerles un impedimento, los animó a continuar como trío y su objetivo más inmediato no era otro que grabar una maqueta con cinco temas propios más una versión del “Psycho” de los Sonics que ya tenían muy perfeccionada. La acogida de esta maqueta fue muy buena, e incluso contó con un comentario en el Ruta 66. Por entonces, Pablo Carrero de Rock Indiana, la escuchó, le gustó y no mucho más tarde les propuso un grandísimo reto: telonear a los PROTONES en la presentación de su primer disco CARTUNES, en la Sala El Sol. Era el 8 de julio de 1994 y el resultado fue, una fantástica acogida en la que incluso se pidió bis a los teloneros. Todo un éxito y ellos se sentían en la cumbre.

Ese mismo año regresaban al estudio para grabar tres canciones que finalmente quedarían algo diseminadas. En el Nº 4 del Fanzine de Rock Indiana, la canción “Crying Alone”, en el recopilatorio ANYTIME ANYWAVE, de este mismo sello aparecía “All Kindsa Girls” de los Real Kids y en el volumen 1 del BAM BALAM EXPLOSION, el Psycho de los Sonics.

Desgraciadamente el resultado no fue el esperado y ellos no quedaron nada satisfechos ni con el sonido ni con la experiencia vivida durante la grabación. Quizás un error de planificación dio al traste con un futuro prometedor.

Aunque no se dieron por rendidos y decidieron incorporar a Juancho Rodríquez como segundo guitarra y después de un tiempo de perfeccionamiento y de consolidación de su sonido se proponen entrar de nuevo en un estudio para grabar un disco, aunque, en vista de su amarga experiencia de 1994, decidieron que tanto la financiación, como la grabación y producción, la harían ellos mismos. Pero a pesar de un resultado mas que satisfactorio tanto en calidad de las canciones, como en producción de sonido, no llegó a fructificar y Rock Indiana no se mostró interesada. Quizás esto supuso la puntilla para ellos, que en lugar de seguir intentándolo, decidieron dejarlo.

Con un sonido muy homogéneo de principio a fin que se mueve entre la energía del sonido punk/powerpop clásico de “My Kind Of Girl” a un estupendo medio tiempo, en “Breaks Away”, que es mi favorita del disco, os aseguro que se os hará corta la escucha. Y todo esto rematando con un par de versiones, “Beat On The Prat” de los Ramones y “Be My Baby” canción que popularizaron las Ronettes y que te dejan con un buen sabor de boca.

Que lo disfrutéis.


Aquí tenéis las cáratulas, diseñadas por gentileza de Blog Kihn del blog PVAc to 44.1 kHz (http://digivinyltal.blogspot.com/), por que os servirán de excelente empaque.





Artículo escrito por Luis de Ory