“En recuerdo de Phil Brown, quien tristemente falleció el 2 de febrero de 2012, tras una larga enfermedad. Descansa en paz, Phil, tu espíritu sereno y tu legado pervivirán a través de tu música.”
Con estas palabras empezaba el texto que John Wicks me envió hace unos
días en respuesta a una serie de cuestiones que le formulé sobre la historia de
los Records. Yo no puedo decir nada más que así sea y que, por supuesto, este
artículo está dedicado a la memoria de Phil Brown, el bajista del grupo.
Gracias a Will
Birch y a John Wicks, batería y guitarrista de los Records, por su amable
colaboración, respondiendo a las preguntas que les hice durante la escritura de
este artículo.
Muchos de los grupos
de la new wave inglesa de finales de
los años setenta surgieron de las cenizas de bandas de la escena pub rock londinense. Se trataba de
músicos que mantuvieron vivo el verdadero espíritu del rock and roll, tocando cada noche en pequeños pubs y cafés de
Londres a cambio de un puñado de libras, mientras otros llenaban estadios y
engordaban sus cuentas corrientes haciendo todas esas cosas que un auténtico
músico de rock nunca debería hacer.
Uno de aquellos grupos encuadrados en el movimiento pub rock eran los Kursaal Flyers, una banda formada en 1973 en
Southend-on-Sea, y cuyo batería se llamaba Will Birch. Los Kursaal Flyers se
separaron en noviembre de 1977, unos meses después de que John Wicks se hubiera
incorporado al grupo como guitarrista y cantante.
Tras la separación
de la banda, Will y John siguieron trabajando juntos, componiendo canciones.
Will era el encargado de escribir los textos y John de ponerles música. En
pocos meses consiguieron dar forma a un repertorio lo suficientemente bueno
como para que decidieran crear un grupo con el que tocar en directo, e incluso
llegar a grabar, aquellas canciones.
Con el objetivo de
reclutar un bajo y un guitarra que completaran la nueva banda, pusieron un
anuncio en Melody Maker. Pronto dieron con el bajista adecuado: Phil Brown,
quien anteriormente había tocado con un grupo llamado los Janets. Más difícil
fue encontrar un guitarrista que reuniera todas las cualidades requeridas.
Después de ver a casi doscientos candidatos, finalmente se decidieron por un
tal Brian Alterman, quien duró poco en el grupo, ya que unas semanas después de
su incorporación fue sustituido por Huw Gower, un guitarrista que antes había
tocado en los Ratbites From Hell.
John Wicks me relató
sus recuerdos sobre aquellos comienzos: “Es importante tener en cuenta
que Will Birch y yo escribimos una docena de canciones antes de que
insertáramos un anuncio en la prensa buscando músicos y de que formáramos el
grupo. La banda era un vehículo para interpretar esas canciones y las que
pudiéramos escribir en el futuro. Los
Records eran, por tanto, un concepto en el que Will y yo seríamos el núcleo de
compositores fueran quienes fueran los músicos con quienes pudiéramos trabajar
entonces o en el futuro.
Otra idea era, y
sigue siendo, que el hecho de formar parte de la banda era más un privilegio
que un derecho y a cada uno le correspondía respetar ese privilegio, actuar
responsablemente y de una manera
adecuada para propiciar el bienestar y el beneficio del grupo.
Phil Brown, el
bajista, fue reclutado primero y desde el inicio encajó a la perfección, tanto
en el aspecto musical como en el personal. Phil fue seguido de cerca por
nuestra primera elección de guitarra solista, Brian Alterman, anterior
guitarrista de la banda de Cliff Bennett, Shanghai. Brian también encajó
perfectamente en los dos aspectos, pero se acababa de casar y su mujer y él
estaban planeando crear una familia y, en consecuencia, manifestó su deseo de
permanecer cerca de casa. Dado que nosotros teníamos previsto que la banda
saliera de gira y que estuviera en la carretera largas temporadas, de forma
mutua y amistosa decidimos que quizás lo mejor sería que cada uno siguiera su
camino. Sin embargo, en el breve período de tiempo en el que Brian estuvo con
nosotros, grabamos una demo de dos canciones, “Teenarama” y “Up All Night”,
demo que a la postre nos permitiría fichar por el sello Virgin.
Empezamos la
búsqueda del sustituto de Brian y después de una exhaustiva serie de pruebas
celebradas en Londres, finalmente elegimos a Huw Gower. Aunque era un
guitarrista competente, pronto empecé a tener la sensación de que la sinergia y
las buenas vibraciones que habíamos experimentado con Brian, ahora no existían.
En su lugar, apareció un desagradable trasfondo de tensión y, a medida que fue
pasando el tiempo, resultaba cada vez más claro que Huw no había sido una buena
elección teniendo en cuenta su personalidad.”
Una vez completada
la formación había que poner un nombre al grupo. Siempre he pensado que The
Records es uno de los mejores nombres que una banda de power pop o new wave
podría tener. Le pregunté a Will Birch porqué decidió bautizar así a la banda,
y esta fue su repuesta: “Inicialmente el nombre del grupo iba a ser los Cuties
o los QTs, pero una noche, hablando con Joe Strummer, me dijo que ése no era un
buen nombre para un grupo, incluso aunque los Clash hubieran sido los
Heartdrops. Teníamos que dar con un nombre antes de que empezáramos a ofrecer
conciertos y de que tuviéramos una cierta cobertura mediática, y entonces se me
ocurrió el nombre de los Records. Fue un domingo por la tarde mientras estaba
en la bañera. Me quedé entusiasmado con la idea. El nombre era tan bueno que
pensaba que podría ocurrírsele a algún otro grupo, así que empezamos a dar
conciertos inmediatamente, incluso antes de que estuviéramos preparados para
ello, para dejar instituido ese nombre, y así quedó para siempre.”
Habitualmente se
ha mencionado que las influencias primigenias de Birch y Wicks en los primeros
tiempos de los Records fueron los Raspberries, Big Star y Badfinger, pero es
obvio que ya en sus primeras canciones aparecen múltiples referencias a muchos
grupos y artistas diferentes a los tres mencionados. Les pregunté a Will y a
John cuales fueron sus principales influencias en sus comienzos y estas fueron
sus respuestas:
Will Birch: “Yo era
un gran fan de aquellos primeros grupos de power
pop de los años 70, pero también de Dwight Twilley, de Cheap Trick, y de
los Shoes. John y yo éramos también grandes fans de los Beatles y Revolver era el LP que más admirábamos
de ellos. Se puede escuchar la influencia de ese disco en algunas de nuestras
canciones. También nos gustaban, por supuesto, los Byrds, The Move, los
Searchers y algunas cosas de los Stones y de los Kinks. Otro grupo que nos
gustaba era Stealer’s Wheel. Tomamos un poco de todas estas influencias para
conseguir el sonido de los Records.“
John Wicks: “Los
Beatles me vienen a la cabeza como la primera y más destacada influencia;
también los Rolling Stones y, en particular, Brian Jones fue uno de mis músicos
favoritos durante mi adolescencia. Otras influencias fueron The Yardbirds, The Who, The Kinks, The Small
Faces, The Move, The Hollies, The Byrds, The Beach Boys, Manfred Mann, The
Animals, Pink Floyd, con Syd Barrett, Fleetwood Mac, con Peter Green, Cream,
Traffic, The Jimi Hendrix Experience, Led Zeppelin, Black Sabbath, Keef Hartley
Band, Chicago, Canned Heat y muchos más. Tampoco puedo olvidarme de la
gran música soul y rhythm and blues, con The Supremes, The
Four Tops, Marvin Gaye, la Tamla Motown en general, etc... Y por supuesto,
siendo un compositor en ciernes, estaba prendado y fascinado por los grandes
compositores como Lennon/McCartney, Goffin/King, Holland Dozier & Holland,
Bacharach & David, por mencionar algunos buenos ejemplos. Siendo honesto yo diría que una buena parte
de los artistas que llegaron a alcanzar la fama durante la revolución musical
de los años sesenta y algunos de los que los hicieron en los años 70, tuvieron
una gran una gran influencia musical en mí.”
Las magníficas
aptitudes que Will y John tenían como compositores pronto empezaron a dar sus
frutos. En 1978, Dave Edmunds puso música y grabó una de las composiciones de
Will Birch titulada “A1 On The Jukebox” y la cantante norteamericana Rachel
Sweet incluyó una de las composiciones de Birch/Wicks, “Pin A Medal On Mary”,
en su álbum de debut, Fool Around,
publicado en Stiff Records aquel mismo año.
Fue precisamente con
motivo del segundo tour organizado por este emblemático sello londinense, el Be Stiff Route 78 tour, cuando los
Records empezaron a despuntar. El grupo había sido invitado a formar parte de
esta gira como banda de acompañamiento de Rachel Sweet, pero exigieron tener su
propio espacio. Su petición fue atendida y los Records fueron los encargados de
abrir los conciertos de aquel tour, del que también formaron parte, entre
otros, Wreckless Eric y Lene Lovich. La gira se prolongó durante los meses de
octubre y noviembre de 1978 por Inglaterra y Estados Unidos.
En noviembre de 1978
publicaron en el sello independiente Record Company su primer single, “Starry
Eyes”, la canción por la que los Records serán siempre recordados y una de las
canciones más emblemáticas de toda la historia del power pop. “Starry Eyes” tiene un gran parecido con un tema de
Eddie and the Hot Rods titulado “Do Anything You Wanna Do”, y en algunas
ocasiones se ha considerado que es una reescritura de este tema, pero Will
Birch me lo desmintió en los siguientes términos: “No se trata de una
reescritura, eso es algo que yo mencioné en un determinado momento por que me recordaba
a “Do Anything You Wanna Do”, un disco que me encantaba, pero sí es cierto que
hay algunos acordes y arpegios de guitarra similares.”
La música de “Starry
Eyes” la compuso John Wicks en unos pocos minutos mientras estaban ensayando en
unos estudios londinenses. El título inicial sobre el que empezaron a trabajar
fue “Silver Song”. El propio Jon Wicks me contó con todo lujo de detalles como
nació “Starry Eyes” y su relación con “Do Anything You Wanna Do”:
“Después de que el cantante, compositor y guitarrista Graeme Douglas abandonara
los Kursaal Flyers, pasó a formar parte de Eddie and The Hot Rods. Yo siempre había admirado las habilidades de
Graeme como compositor y pensaba que tenía una gran sensibilidad melódica. Él
escribió “Do Anything You Wanna Do” junto al manager del grupo, Ed Hollies.
Aparentemente, el sello Island decidió que este nuevo sonido, más poppy,
abanderara el comienzo de una nueva etapa de la banda y sugirió que el nombre
del grupo pasara a ser The Rods, aunque no estoy seguro de que finalmente
llegaran a utilizarlo. Yo me quedé verdaderamente impresionado, influenciado e
inspirado por su nueva composición, hasta el punto de que le comenté a Will
Birch que sería estupendo que nosotros pudiéramos escribir algo en un estilo
similar. Pero la realidad es que “Starry Eyes” no es una reescritura. De hecho,
por definición, haber hecho algo así habría supuesto un esfuerzo consciente por
mi parte, y habría necesitado de una total deconstrucción de la melodía de
Graeme, seguida de un re-arreglo casi matemático de las notas y los acordes, lo
cual además de resultar tremendamente artificioso y enrevesado habría supuesto
una inmensa carga de trabajo. Eso es algo que yo no habría hecho y que
categóricamente no hice, teniendo en cuenta que yo nunca “pinto por números”
cuando compongo.
Cuando tenía
diez años, antes de escuchar a grupos como los Byrds, mientras aprendía a tocar
la guitarra, viendo a mi amigo de la infancia Mike Oldfield tocar en numerosas
ocasiones, desarrollé una gran fascinación por explorar y experimentar con
variaciones acerca de determinadas series estándar de acordes que yo tocaba de
forma invertida, dejando al aire las cuerdas superiores, lo que provocaba un
sonido vibrante, con chispa. Básicamente lo que ocurrió fue que escuchar “Do
Anything You Wanna Do” despertó mi interés en aquellos tipos de
variaciones de acordes y de ahí mi deseo de recuperarlos con la esperanza de
componer con ellos una melodía convincente.
El verdadero
golpe de suerte vino, sin embargo, cuando justo antes de empezar una sesión de
ensayo con el grupo, Will colocó algunos textos sobre mi base musical. Las
estrofas se adaptaban perfectamente al tipo de canción que yo tenía en la
cabeza y cinco minutos después, utilizando aquellos maravillosos acordes, terminé
de dar forma a la melodía. Acababa de nacer “Starry Eyes”.
Si me preguntas
si Will y yo estuvimos influenciados por aquella magnífica canción de Graeme y
Ed, la respuesta es que sí, ahora bien, ¿significa eso que “Starry Eyes” es una
reescritura? Rotundamente no. Las dos canciones, aunque de un estilo similar,
tienen melodías diferentes. No sé que es lo que Graeme, Ed o Barrie Masters
pudieron pensar en su momento de “Starry Eyes” ya que entonces todos estábamos
muy metidos en nuestra carrera, pero sinceramente creo que ellos no tuvieron
ningún problema con esto. Por cierto, Graeme y yo tenemos muy buena relación y
hemos estado en contacto incluso muy recientemente, sin embargo este asunto
nunca salió en nuestras conversaciones, así que entiendo que no hay tema.
Personalmente creo que tanto Ed como él se sintieron halagados.”
También le
pregunté a John sobre las guitarras que Huw y él tocaron en “Starry Eyes”. “Huw
solía utilizar guitarras Gibson, pero no recuerdo cual utilizó específicamente
en la sesión de “Starry Eyes”; pudo ser una 335 o una Les Paul, o quizás ambas.
Yo toqué una 1956 Vintage, Gibson Les Paul Junior, la cual desgraciadamente fue
robada aproximadamente un año después.”
La letra de la
canción está inspirada en los incidentes que tuvieron con el primer manager del
grupo. En aquellos primeros tiempos, Will Birch todavía tenía contrato con CBS
de su etapa con los Kursaal Flyers. Will veía que los Records empezaban a
despegar y le pidió encarecidamente a su manager que cerrara de una vez su
desvinculación de la multinacional discográfica norteamericana. En aquellos
momentos de tensión, al manager no se le ocurrió otra cosa que marcharse un par
de semanas de vacaciones al sur de Francia. Cuando regresó, los Records le
despidieron. Por eso la canción empieza con la estrofa: “mientras tu estabas
perdido en Francia, nosotros estábamos abandonados a nuestra suerte en las
Islas Británicas” y es también por ello por lo que en el estribillo se puede
escuchar lo siguiente: “No quiero discutir. No hay nada que decir. Aparta de mí
tu mirada de iluso y lárgate por tu camino.”
“Starry Eyes” es una
canción fabulosa, una de esas canciones que puedes escuchar una y mil veces sin
cansarte. Siempre te aporta algo nuevo, siempre te anima y reconforta. ¡Una obra
de arte!
La notoriedad
conseguida gracias a su participación en el tour del sello Stiff, la demo de
prueba que habían grabado con Brian Alterman y el magnifico single de debut
posibilitó que los Records ficharan por el sello Virgin Records a finales de
1978.
A comienzas de 1979
el grupo se embarcó en la grabación de su primer LP con el productor Robert
John ‘Mutt’ Lange y el ingeniero Tim Friese-Green. Mientras estaban grabando su
álbum de debut, se publicó su segundo single, una versión de “Rock and Roll
Letter”, una canción compuesta por el cantante norteamericano Tim Moore y que
también había sido grabada en 1976 por los escoceses Bay City Rollers. John
Wicks lo recuerda así: “Will Birch fue quien trajo esta canción compuesta por
Tim Moore, con quien coincidimos posteriormente. Era la canción pop perfecta, con una melodía contagiosa
y una letra con mucha frescura, ideal para que hiciéramos una versión. De
hecho, grabamos dos versiones de este tema, una con Mick Glossop y otra con
Mutt Lange. No sé porque finalmente esta canción no se incluyó en nuestro
primer álbum, pero supongo que fue una decisión de la compañía discográfica.”
El primer álbum de
los Records se puso a la venta en Reino Unido con el título de Shades In Bed. Se trata de un buen
álbum en términos generales, aunque algo irregular, en el que se incluyen
algunos de los grandes temas de los Records como “Girl”, “Up All Night”, Girls
That Don’t Exist”, además de una nueva versión de “Starry Eyes” que no está a
la altura de la versión del single. También se incluyó en el álbum una de las
primeras composiciones de Birch y Wicks, un tema titulado “Teenarama”, otro
bombazo de power pop, con claras
influencias de los Beatles y que apareció, ese verano de 1979, como cara A del
tercer single de los Records.
Shades In Bed se cerraba con una canción
titulada “Another Star” que era una relectura en un tono más melódico y
acústico de una de las joyas perdidas de los Records, una canción titulada
“Held Up High”, un gran tema en el que destaca la excelente labor de Phil Brown
al bajo.
El álbum de debut de
los Records se publicó en Estados Unidos en julio de 1979 con una portada
diferente a la de la edición británica y con el título de The Records. El orden de las canciones también era distinto y la
versión de “Starry Eyes” que se incluyó fue la del single. Atlantic fue la
compañía encargada de distribuir el disco en Estados Unidos. El álbum llegó al
puesto 41 de las listas norteamericanas.
Simultáneamente a la
publicación del álbum, también se editó un EP, titulado High Heels, conteniendo cuatro versiones de algunos de sus temas
favoritos. Will
eligió “Abracadabra (Have You Seen Her?)” de la banda de Ohio, Blue Ash, John
“See My Friends” de los Kinks, Huw “1984” de los californianos Spirit y Phil
“Have You Seen Her Mother Baby” de los Rolling Stones.
En mayo de 1979 los
Records se embarcaron en un tour como teloneros de los Jam. Will Birch me dijo
que le encantaban los Jam y recordaba que los Records actuaron como teloneros
suyos en Reino Unido en mayo de 1979 en una veintena de conciertos y que
también lo volvieron a hacer en 1980. El público que asistió a aquellos
conciertos iba a ver a los Jam. Los Records resultaban algo mayores para todos
aquellos jóvenes que enloquecían viendo a Paul Weller, Bruce Foxton y Rick
Buckler. En cualquier caso, la experiencia fue estimulante y sirvió para poner
al grupo en forma ante la inminencia de la que iba a ser su primera gira
norteamericana.
Durante su tour por
Estados Unidos, los Records compartieron cartel con los Rubinoos, Dbs, Joe
Jackson o los Cars. Atlantic y Virgin hicieron un excelente trabajo de
promoción del primer álbum del grupo, y el LP consiguió llegar hasta el puesto
56 de las listas norteamericanas en octubre de 1979, mientras se sucedían las
entrevistas, se llenaban los locales en los que actuaban y “Starry Eyes” sonaba
una y otra vez en las principales emisoras de radio. Todo marchaba sobre
ruedas. Aquellos fueron días de vino y rosas; sin duda, los mejores momentos de
la historia de los Records.
En octubre de 1979,
tras su regreso de Estados Unidos, el grupo comenzó a grabar su segundo álbum
en los AIR Studios de Londres con el prestigioso productor Craig Leon, quien
anteriormente había trabajado, entre otros, con los Ramones y con Blondie.
Cuando tan sólo llevaban grabados un par de temas, Will y John decidieron
despedir a Huw Gower, el guitarra solista. Las desavenencias en el seno del
grupo se habían recrudecido con ocasión de la gira norteamericana, durante la
cual Huw había mostrado una actitud displicente encima del escenario y de
distanciamiento hacia los demás componentes del grupo cuando estaban fuera de
él. Will ha reconocido con el paso de los años que despedir a Huw fue un error,
ya que quizás las relaciones personales no atravesaban entonces por su mejor
momento, pero desde un punto de vista artístico, creativo, Huw jugó un papel
destacado en generar la magia que los Records tuvieron mientras él estuvo en el
grupo.
John Wicks también me dio su versión de los hechos: “La gota que
colmó el vaso llegó después de unos desagradables incidentes e indiscreciones
en las que Huw estuvo involucrado, y que sucedieron en el escenario y en el
backstage después de un concierto en Detroit, durante nuestra primera gira por
Estados Unidos y Canadá, en el verano de 1979. Para empeorar aún más las cosas,
algunas personas importantes de Virgin y de Atlantic Records habían volado
desde la oficina de Nueva York, específicamente para estar presentes en nuestro
concierto. No hace falta decir que fueron testigos en directo de los
desgraciados incidentes que ocurrieron en el escenario. Estos incidentes nos
llevaron a Will y a mí a tomar la decisión de expulsar a Huw. Volamos de
regreso a casa, nos embarcarnos en un gira europea como teloneros de Robert
Palmer y regresamos de nuevo a Inglaterra, donde convocamos una reunión del
grupo en las oficinas de nuestro manager en Great Portland Street,
Londres. Huw llegó tarde y bromeó sobre
la posibilidad de que le fuéramos a despedir por su retraso, pronunciando una
frase que acabaría siendo profética. El manager le dijo: “Los Records, que son
John y Will, lamentan comunicarte que ya no necesitan tus servicios”. Will y yo
estábamos preocupados, porque pensábamos que la marcha de Huw quizás también
podría suponer la salida del grupo de Phil, pero afortunadamente eso no ocurrió
y de hecho Phil permaneció con nosotros todo el tiempo que estuvimos vinculados
a Virgin.”
El transcurso de los
años no ha servido para cicatrizar las viejas heridas entre algunos componentes
de los Records. En referencia a la aparente hostilidad que Huw sigue mostrando
hasta la fecha hacia Will y John, este último me dijo que le sugeriría que
hiciera una profunda e íntima reflexión, ya que suele suceder que, a menudo,
uno es el peor enemigo de si mismo y quizás él sea “el arquitecto de su propia
caída”.
Tras el obligado
paréntesis provocado por el despido de Huw, el grupo regresó a los AIR Studios
para continuar con las sesiones de grabación de su segundo álbum con la
colaboración del ex guitarrista de los Kursaal Flyers, Barry Martin. Poco
después decidieron fichar como nuevo guitarra solista del grupo a un joven de
19 años llamado Jude Cole que tocaba en los Ravens, la banda de Moon Martin, y
quien les había dejado fascinados tras verle tocar en un concierto en el
Marquee. Para John Wicks, el grupo ganó mucho con la incorporación del
cantante, guitarrista y compositor norteamericano Jude Cole, hasta el punto de
considerar que la formación Birch-Wicks-Brown-Cole fue la mejor de la historia
del grupo.
La sesiones de grabación, ya con Jude Cole en
la banda, continuaron en los estudios Townhouse, donde volvieron a coincidir
con los Jam, quienes por aquel entonces estaban trabajando en su álbum Sound Affects. Invitaron a Paul Weller a
que escuchara un par de canciones en las que estaban trabajando “Spent A Week
With You Last Night” y “I Don’t Remember Your Name”, muy influenciadas por el
álbum Revolver de los Beatles. Weller
bromeó diciéndoles que en su opinión no irían muy lejos con canciones como
esas, pero lo cierto es que poco después los Jam publicaron como single
“Start”, una canción que no es que estuviera fuertemente influenciada por Revolver, es que se aproxima bastante a
lo que se podría calificar como un plagio de “Taxman”, la canción con la que se
abría el álbum que los Beatles publicaron en 1966.
El segundo LP de los
Records se tituló Crashes y se abría
con “Hearts In Her Eyes”, una canción que había sido publicada como cara A de
single en abril de 1980. Se trataba de
una maravillosa canción compuesta
por Birch y Wicks, otra joya de los Records que quizás algún día sea reconocida
como se merece. “Hearts In Her Eyes” fue elegida por los Searchers para formar
parte del primer álbum que grabaron para el sello Sire en 1979, donde
incluyeron otras magnificas versiones de temas de la época, pero sin duda la
más destacada fue la excelente ejecución que hicieron del tema de los Records.
Los Searchers les llegaron a comentar que “Hearts In Her Eyes” les recordaba a
“Needles And Pins”. Will me dijo que, curiosamente, ya que John solía se el
encargado de escribir la música, en este caso la melodía era suya, aunque tenía
la sensación de haberla tomado prestada
de “Listen To Her Heart” de Tom Petty.
En la cara B del
single “Hearts In Her Eyes” se incluyó una de las pocas composiciones del
bajista Phil Brown, titulada “So Sorry”, una canción magnífica que no debería
pasar desapercibida para ningún buen aficionado al power pop.
Crashes se publicó en Reino Unido en
julio de 1980 y es un álbum excelente, superior en muchos aspectos al anterior
LP de los Records. Sin embargo, el disco no alcanzó la notoriedad de su
predecesor en ninguno de los dos lados del Atlántico, en buena medida como
consecuencia de la ausencia de alguna canción que pudiera replicar el esplendor
de “Starry Eyes” o “Teenarama”. En mi opinión el nivel general del álbum es
superior a Shades In Bed por la
calidad de las canciones. Le pregunté a Will Birch si compartía esta opinión y
esta fue su respuesta: “Creo que Crashes
tenía un mejor conjunto de canciones, pero es muy difícil hacer comparaciones
sobre el sonido de los dos álbumes. Para el primer LP trabajamos con el gran
Mutt Lange, quien era muy meticuloso en el estudio. Las canciones se grababan
una y otra vez y se añadían cientos de efectos adicionales. Mutt era un
auténtico perfeccionista. Para Crashes
nos negamos a seguir el mismo procedimiento e intentamos buscar algo más
inmediato, con menos florituras. Trabajamos con Craig Leon y él era más
espiritual para este tipo de cosas. Crashes
es más satisfactorio, pero Shades In
Bed tuvo más éxito.” John Wicks, sin embargo, es muy crítico con el sonido
de Crashes, ya que afirma que se
cometieron algunos errores técnicos durante la grabación del disco que hicieron
que el mismo no tenga un gran sonido. “Por lo que se refiere a las canciones
del álbum, no pienso que necesariamente deban considerarse mejores que las de
nuestro primer LP, quizás algo diferentes. Pero en cualquier caso es algo
subjetivo.”
Además de las
canciones ya mencionadas, también hay que hacer referencia a algunos temas
excelentes que se incluyen en el disco como son los casos de “Girl In The
Golden Disc”, “Hearts Will Be Broken”, “The Same Mistakes” o “Rumour Sets The
Woods Alight”, canción sobre el misterio que rodeó la muerte del guitarrista de
los Rolling Stones, Brian Jones.
Los Records
regresaron a Estados Unidos para promocionar Crashes, pero las cosas no fueron iguales que en su anterior gira
norteamericana. Atlantic y Virgin no realizaron un buen trabajo y la presencia
del grupo pasó prácticamente desapercibida. Desencantado por los últimos
acontecimientos, Jude Cole decidió quedarse en Estados Unidos, mientras Will,
John y Phil regresaban a Inglaterra sin tener muy claro como continuar con la
aventura de los Records. Para complicar aún más la situación, rompieron con su
manager, en un proceso que terminó en los tribunales de justicia y que les tuvo
entretenidos durante varios meses. Cuando todo parecía derrumbase, el sello
Virgin decidió, sorprendentemente, ejercitar su opción para que el grupo
grabara un tercer álbum. Incorporaron a un guitarrista llamado Dave Whelan y a
un cantante llamado Chris Gent. Will Birch decidió cambiar el puesto de batería
por el de productor y John Wicks abandonó su faceta de cantante para centrarse en
la de guitarrista.
Estuvieron
trabajando en The Manor y en Townhouse estudios en lo que acabó siendo su
tercer álbum, Music on Both Sides, el
cual pasaría sin pena ni gloria, como también sucedió con el único single
extraído del álbum, la mediocre “Imitation Jewellery”. La magia de los Records
se había esfumado. El grupo ya había dicho todo lo que tenía que decir en sus
dos primeros álbumes y ya no tenía sentido prorrogar por más tiempo su agonía.
En 1982 el grupo ofreció su concierto de despedida en The Greyhound, en Fulham,
West London.
Tras la desaparición
de los Records, Will Birch desarrolló una notable carrera como productor, entre
otros grupos, de los Long Ryders, y posteriormente como cronista musical y
escritor, con destacados libros sobre la escena pub rock londinense o sobre la vida de Ian Dury. John Wicks inició
una carrera en solitario que ha tenido continuidad hasta ahora, actuando y
grabando con el nombre de John Wicks and The Records.
En 1988 se publicó
un CD recopilatorio, conteniendo canciones de los tres álbumes de los Records,
con el título de Smashes, Crashes And
Near Misses y, ya en el siglo XXI, el sello On The Beach reeditó los tres
LPs del grupo añadiendo algunos temas extra. Tanto Shades In Bed como Crashes
son dos álbumes altamente recomendables, máxime teniendo en cuenta el valor de
los bonus tracks que se incluyen en la reedición de ambos CDs.
Para poner el punto
final, como curiosidad, me gustaría dejar constancia de cuales fueron las
respuestas de Will y John a la pregunta sobre sus tres canciones favoritas de
Los Records:
Will Birch:
“Starry Eyes”
“Girl In Golden Disc”
“Hearts In Her Eyes”
John Wicks:
“Up All Night”
“The Same Mistakes”
“Rumour Sets The Woods
Alight”
© Fernando López
Chaurri – Marzo 2012
Fernando López Chaurri es el autor de los libros: "The Byrds, más jóvenes que ayer", "The Hollies.Con estilo propio" y "Beatles 62. El año del cambio".