POR LUIS DE ORY:
Antes de adentrarme en las profundidades de este disco voy a hacer algo de historia para que nos situemos un poco ante lo que son “Los Relámpagos” Canadienses.
Pues bien, el líder de la banda es Matt Murphy (Guitarra y Voz), que allá por sus tiempos de colegial en Halifax (Canadá) conoció a un chaval de su escuela que además de ser vecino de su barrio, tenía algunas aficiones comunes. Éste era Henri Sangalang (Bajo y Voces) y resulta que un día llevaba puesta una camiseta de The Jam, y claro, como Matt era también fan de la banda de Paul Weller fué lo preciso para romper el hielo, entonces charlaron y surgió la amistad.
Matt Murphy por los años 90 ya tenía una banda, los Super Friendz, con cierta experiencia en ese “mundillo”. Habían publicado algunos discos. Pero en verano de 1997 rompió con estos para juntarse con su amigo del colegio y formar un nuevo proyecto, “The Flashing Lights”. Se entretenían haciendo versiones de sus preferidos de los 60, The Kinks, The Who, The Yardbirds, Game Theory…
Pronto tuvieron más pretensiones y decidieron desplazarse a la gran Ciudad, Toronto donde se les abrían más posibilidades. Allí ficharon enseguida a Steve Pitkin para tocar la batería y a Gabin Dianda para el órgano.
Enseguida se pusieron a trabajar con material propio. El resultado fue un disco grabado a finales de 1998, que hicieron ellos mismos de una forma muy independiente aunque co-producido también por Daryl Smith que trabajaría a la sazón con Sloan. Se tituló “Where the change is” (1999) y de ahí se extraería un single “Where do the days go”.
Pues bien, el líder de la banda es Matt Murphy (Guitarra y Voz), que allá por sus tiempos de colegial en Halifax (Canadá) conoció a un chaval de su escuela que además de ser vecino de su barrio, tenía algunas aficiones comunes. Éste era Henri Sangalang (Bajo y Voces) y resulta que un día llevaba puesta una camiseta de The Jam, y claro, como Matt era también fan de la banda de Paul Weller fué lo preciso para romper el hielo, entonces charlaron y surgió la amistad.
Matt Murphy por los años 90 ya tenía una banda, los Super Friendz, con cierta experiencia en ese “mundillo”. Habían publicado algunos discos. Pero en verano de 1997 rompió con estos para juntarse con su amigo del colegio y formar un nuevo proyecto, “The Flashing Lights”. Se entretenían haciendo versiones de sus preferidos de los 60, The Kinks, The Who, The Yardbirds, Game Theory…
Pronto tuvieron más pretensiones y decidieron desplazarse a la gran Ciudad, Toronto donde se les abrían más posibilidades. Allí ficharon enseguida a Steve Pitkin para tocar la batería y a Gabin Dianda para el órgano.
Enseguida se pusieron a trabajar con material propio. El resultado fue un disco grabado a finales de 1998, que hicieron ellos mismos de una forma muy independiente aunque co-producido también por Daryl Smith que trabajaría a la sazón con Sloan. Se tituló “Where the change is” (1999) y de ahí se extraería un single “Where do the days go”.
Tenían ya una afición entregada que arrastraba a todos los fans de los Super Friendz. Al año siguiente publicarían un EP de 5 canciones titulado “Elevature” (2000), que sería la antesala del disco que comentamos hoy.
Este álbum fue mi primer contacto que tuve con FLASHING LIGHTS hace aproximadamente año y medio a pesar de ser, según creo, su último trabajo. Por la red no encuentro nada posterior a esto, así que no sabemos si continuarán trabajando juntos. Fue publicado en el año 2001 y debo reconocer que cuando lo escuché por primera vez pensé “no están mal”. Sin embargo a la tercera escucha, más o menos, se había convertido en uno de mis favoritos.
¿Por qué ocurrió esto? La verdad es que en la mayoría de los casos, mi oído no engaña ni al cerebro ni al corazón pero esta vez algo estaba pasando.
Realmente estoy acostumbrado a escuchar las canciones que cumplen los tópicos de un pop brillante: riffs de guitarra sonoros y contundentes, melodías cristalinas, coros perfectamente encajados, y todos los adjetivos habituales que leemos. En este grupo ocurre lo mismo, pero si me permitís el término, resulta un pop algo mas complejo. O sea, con unos arreglos mucho más elaborados, más pensados y más meticulosamente incluidos. Efectivamente tiene unos riffs de guitarra realmente potentes que incluso pueden llegar a recordar a sonidos garajeros como en “Too delightfool”, pero añadiendo a eso una voz cantante que suena suave y con unos coros absolutamente bien colocados, da como resultado un POP elegante. Término, que por cierto, no me gusta mucho ya que siempre me lleva a pensar que es casi sinónimo de aburrido, como muchas bandas de estas actuales del britpop que todos conocemos y conoce hasta el “gran público”. Es como cuando salíamos con un grupo de chicas y siempre decíamos de la más fea del grupo “ya, ya, pero es muy simpática”.
A todos estos ingredientes le añadimos la permanente atmósfera ácida que se respira desde la primera hasta la última canción y claro, no es tan sencillo como escuchar ese clásico pop “fresco y directo”.
La verdad que buscar referencias de otros grupos no me ha resultado fácil. Quizás la que yo vea mas clara es a los Kinks o en la genial canción“Friends you learn to hate” una clara referencia a los Beatles de sus tiempos mas psicodélicos. A mí, el bajo de esta canción me recuerda absolutamente al de Paul McCartney sin lugar a dudas. He visto por la red que tienen influencias de los Rolling Stones y de los Who que la verdad no he pillado claramente. Y también de MC5, quizás algo si que pueda recordar, aunque de manera algo remota, o bien, quizás yo sea “duro de oído”.
Mi canción preferida es “Since they were crowned”, que es de esos pops suaves y con coros de los que ponen la “piel de gallina”,realmente maravillosa. O también “Same Old Life”, en la misma línea, comenzando con guitarra acústica y acabando magistralmente con sonidos eléctricos.
No he mencionado las también, magistrales: “Been waiting”, que da comienzo al disco, “Same thing twice” o “It’s alright” que son maravillosas muestras de Pop-Rock con unos coros que quitan el hipo, que en mi opinión son el ingrediente fundamental que redondea las canciones.
La verdad es que abundan las canciones bien construidas y aunque su primer LP lo he escuchado menos que este, espero que me satisfaga de la misma manera.
Artículo escrito por LUIS DE ORY