THE INCREDIBLE KIDDA BAND





Por LUIS DE ORY (lron):

"Si hubiésemos nacido en USA habríamos tenido más éxito"
(Kidder Hammonds)

Esta semana volvemos a la carga con otro clasicazo oculto de finales de los 70. Pero que manía tenemos algunos de empeñarnos en hablar de viejas glorias, ¿verdad? Se que hay gente que nos lee que lo que quiere es que le hablen de nuevos y flamantes grupos que están con el CD fresquito en la tienda, pero nada, insistimos e insistimos. Es que somos así de pesados. Pues nada, vamos a ello…

Para empezar y sin más preámbulos permitidme, aunque es un poco feo, que encasille a THE INCREDIBLE KIDDA BAND como una de esas muchas bandas inglesas que se movían en la frontera tan difusa, tan amplia, y que a mí tanto me gusta, que es el pop de guitarras y el punk. De la infinidad de grupos que existían en las Islas Británicas a finales de los 70, éstos oscilaban sin ningún problema entre el lado mas pop que representaban grupos como The Crooks, The Jags o The Records y el tinte más punk de grupos como The Boys o incluso The Buzzcocks.

El motivo de esta introducción es aclarar que a mi no me resulta nada difícil meter a todo este abanico de grupos en ese saco llamado Power Pop ya que los veo perfectamente afines. Y para “certificar” la ambigüedad de estos términos, os comento como curiosidad, que en más de una ocasión me he encontrado por la red, listas de música punk, supongo que en un amplísimo sentido de la palabra, que incluían, entre otros, a Elvis Costello, eso a mi ya me parece un poco exagerado, la verdad.

En cuanto al sonido de los KIDDA BAND, se puede decir que se mueven por toda esa horquilla, o sea que unas veces suenan algo más poppies y otras algo más cañeros. Desde luego me atrevo a decir que tienen un sonido muy inglés abarcando desde el sonido “costelliano” cercano a The Jags de “I’m Gonna Join The Army” hasta el punk mas áspero de sus comienzos, más cercano a Buzzcocks, de “So Excited”.

Este es uno de esos grupos que descubre uno oyendo esas maravillosas y tan recurrentes recopilaciones de grupos oscuros como son Shake Some Action, Powerpearls, Teenage Treats, etc. Los KIDDA aparecieron en el volumen 9 de Powerpearls y que, por cierto, fueron incluidos sin el permiso de la banda.

Aunque a decir verdad, y a pesar de todo este rollo que os estoy soltando, su sonido a mi me recuerda bastante a la genial banda canadiense Pointed Sticks, sobre todo cuando Kidder, el cantante, usa el falsete en los estribillos.

Influenciados en sus comienzos por las bandas de glam de la época, Marc Bolan, Slade o T-Rex e incluso Thin Lizzy, los comienzos de la banda fueron tan típicos como los de cualquier otra. Unos amigotes del mismo barrio de Nuneaton, ciudad periférica al norte de Coventry (UK), encabezados por los Hermanos Hammonds (líderes indiscutibles de la banda ya que Alan era compositor de todos los temas y Kidder era la voz cantante además de darle nombre al grupo), junto con Gordon Smith que tocaba el bajo y un eventual guitarra, al que dieron puerta tras su primer concierto, siendo sustituido por Dave Lister.

Este primer y oficioso evento fue con ocasión del cumpleaños, en 1976, del primer batería. Era una fiesta para los amigos aunque no tardaría mucho en repetirse de una manera algo más formal. Ese mismo año participaron en otro Show en un Club de su localidad. Ya no era un simple cumpleaños para los colegas, era el comienzo de una breve pero intensa carrera. En esa ocasión compartieron escenario con una banda que rivalizaba en popularidad con ellos, VERTIGO, y que a la postre les serviría de suministro ya que varios de sus miembros pasarían mas tarde a formar parte de los KIDDA BAND. De hecho así lo hizo el batería, Chris Stathams, aunque pronto sería sustituido por Dick Millington, y también John Rollason que también dejaba VERTIGO para unirse a los KIDDA BAND tocando la guitarra rítmica, trayéndose consigo a su hermano Les que sustituiría a Gordon Smith en el bajo.

El asunto parecía que empezaba a perfilarse como algo serio. Eran ya una formación más o menos definitiva y a partir de ahí la rueda no paró, empezaron a dar cantidad de conciertos por Inglaterra consiguiendo una legión de fans en su localidad y se convirtieron en uno de los combos más activos de la época, la muestra es que solo en 1979 dieron alrededor de 250 (¡casi nada!).

Con ésta formación fue cuando una pequeña compañía de discos, PSYCHO, les propuso grabar su primer single. Así, en marzo de 1978 se presentaron en el estudio de grabación, aunque parece ser que la experiencia resultó un fiasco y no quedaron demasiado contentos. Un par de meses mas tarde volvieron a reunirse para intentar recuperar y remezclar el material que habían grabado en esa sesión. El resultado, un single que en su cara A tenía “Everybody Knows” y en la B la titulada “No Nerve” y que destacaba por una pobre producción consecuencia de dejar el asunto en manos de unos aficionados, con unas críticas un tanto dispares pero que daban muestra de su buen hacer.

Al año siguiente, en plena vorágine de conciertos (no sé de donde sacarían tiempo para ello) les fichó una pequeña compañía francesa CARRERE para grabar otro single, el motivo es que uno de los empleados de la discográfica era un auténtico fan de la banda. Así pues, grabaron para la cara A “Fighting my way back” y para la B “Saturday Night Fever” (tranquilos, John Travolta no participaba en el proyecto). Los resultados, parecidos al anterior. Buenas intenciones del grupo pero bajas pretensiones de la compañía. Aunque a estas alturas, ambos singles, han llegado a convertirse en pieza cotizadísima de coleccionista y se piden precios altísimos por tener una copia de ellos.

Poco más dió de sí este proyecto. En 1980 decidían finalizar la etapa de la INCREDIBLE KIDDA BAND para dar comienzo a la etapa de THE KICKS, a la que se unieron nada más y nada menos que tres hermanos Rollason con Alan Hammonds y Mark Bates a la batería y continuaron grabando algunos singles para la misma compañía de discos CARRERE. Fue una relativa continuación de la anterior banda, con un sonido mas nuevaolero, así como lo fue también WE’RE ONLY HUMAN a partir de 1982, pero eso ya es otra historia.

Afortunadamente en el año 2000, los de DETOUR RECORDS después del esfuerzo de meses que les llevó reunir a miembros de la banda, nos han recuperado la esencia de lo que fue el grupo durante aquellos lejanos y maravillosos años, a través de la publicación del fantástico doble CD titulado “Too Much, Too Little, Too Late” que contiene 29 cortes (+ 1 oculto), todos compuestos por Alan, que son demos que van desde sus primerísimas grabaciones en 1977 (cuando todavía grababan en mono) hasta 1981, cuando ya eran THE KICKS. Un sonido básico sin arreglos ni artificios pero que, sin duda, te llena.

La primera mitad del CD 1 es de 1980. Tiene un grandioso sonido Power Pop inglés ortodoxo en la que destaca la genial y costelliana “I’m gonna join the army” que recuerda al sonido de The Jags, o tambien “Wait ‘till your father gets home” o “Major Tom” con unas guitarras algo más afiladas. La segunda mitad es de 1977, en la que se aprecia un sonido más áspero, más punk pero sin perder ese ápice de melodía que mostraban al principio del disco. Por destacar alguna, menciono “Don’t take me to the cleaners” en la que Alan se auto-homenajea y habla de su vida como empleado en una lavandería.

El segundo CD es ya una mezcla de toda su carrera. Con un sonido más variado y más redondo alternando canciones al azar que van desde grabaciones de 1977 hasta las últimas de 1980-1981. Comienza, a mi parecer, con el momento mas brillante de todo el álbum con “Saturday Night Fever”, un auténtico bombazo plagado de melodía con un riff superpegadizo, seguido de “You Belong to Me” otra estremecedora canción a medio tiempo que se mueve de nuevo por los fueros “costellianos”, pop en estado puro con un sonido “maquetero”, sin arreglo de ningún tipo pero suficiente para dejarte con la sonrisa de oreja a oreja. Muy poquito después suena también la preciosa “Gotta Keep the Noise Turned Down” con una preciosa segunda voz y unos coros muy resultones, o la fantástica “Fighting My Way Back” con un hipnótico riff de guitarra y un estribillo portentoso, o la de evidentes ritmos mods acompañadas con palmas a la antigua usanza de “It Looks Could Hill” pasando por la Rollingstoniana “I Want You”. En fin, un gran disco que es todo un regalo para los oídos.


Artículo escrito por LUIS DE ORY (lron)