Por Ken Bryant:
Mi historia con los Feedbacks comienza cuando los descubro a mediados del 2007 con su espectacular disco "Sunday Morning Record". Todavía recuerdo que me quedé con la boca abierta al escuchar el tremendo ramillete de las primeras canciones, un póker de ases en toda regla, y desde ese momento supe no sólo que iba a escuchar ese disco muchísimas veces más –como así ha sido–, sino que los Feedbacks iban a convertirse en un grupo especial para mí. Y efectivamente, no tardé en hacerme con toda su discografía y pude comprobar por mí mismo que ahí había algo especial: un talento fuera de serie, un buen gusto impensable y una rara habilidad para componer canciones redondas que se hubieran convertido fácilmente en clásicos de la new wave.