Entrevista por Rafa Beatman:
Nadie es profeta en su tierra. En una
prueba atlética de larga distancia, The Por Ella Runners ocuparían los
primeros puestos dentro del pelotón de corredores que portan como lema en
su camisetas la mencionada sentencia de origen bíblico ¿De qué otra manera el
cuarteto castellonense puede explicar el hecho de que su último disco se
distribuya en Japón y venda copias en países como Brasil, Dinamarca o Suiza,
mientras hace frente a los gastos derivados de la autoedición y a la escasa
atención que sus canciones despiertan en su región de origen? Nada nuevo bajo
el sol, de nuevo es una sentencia la
que, en este caso, me ayuda a contestar la pregunta. La displicencia hacia los grupos locales ha
sido tratada tantas veces por los cronistas del rock que no es necesario
incidir más en este asunto.
El punto de partida de The Por Ella Runners se sitúa a principios de los
Noventa en la pequeña localidad de La Vall d’Uixó (Castellón). Con el nombre de
Los Orenga, cuatro adolescentes dan rienda suelta a su afición por el punk rock
y al gusto por los muros de guitarras y los coros de estribillos felices. El
grupo sobrevive ocho años a pesar de la escasez de medios y de la indiferencia
musical que le rodea. A mediados de la pasada
década, y ya con el curioso nombre de
The Por Ella Runners, la banda retoma su pasión por la música. Sus canciones
conservan la potencia y la intensidad de antaño pero ganan en pegada melódica
al tiempo que diversifican su paleta de colores hacia estilos como el power
pop, la new wave o la música surf. Tras dos maquetas autoeditadas y grabadas en
estudios caseros, “Surfer Powerpoppers Aussie Teenagekickers” supone por fin su
debut en un estudio profesional. Hablamos
con Fran Mataix (voz y guitarra) y Salva Darós (voz y batería) de los
pormenores de esta grabación materializada en los Estudios Rockaway de Castellón, también
sobre las canciones y la actualidad del grupo.