Por Luis de Ory:
Rick Miller vivió parte de su infancia en Atenas y quedó
tan marcado que años mas tarde cambió su nombre por otro algo más artístico.
Con él pretendía rendir un tributo al monumento más famoso de la Acrópolis, el Parthenon.
Su apellido también era demasiado común para el mundillo musical, así que
decidió cambiarlo por el de uno de sus escritores favoritos, Aldoux Huxley. Con ese pseudónimo de Parthenon Huxley es como Rick Miller se dio
a conocer en el mundo de la música.
Hacia finales de los Sesenta, siendo un preadolescente y
todavía en Atenas, Rick conoció a Matt Barrett, otro chico americano que vivía
en esa ciudad y que tenía las mismas inquietudes musicales que él. Además sabía
tocar un montón de canciones con la guitarra. Estos gustos comunes
predestinaron de inmediato su futuro y comenzaron a tocar juntos versiones de
los Beatles, de otras bandas de la “Invasión Británica” y canciones de
Soul.
En aquella época las grabadoras de cassette comenzaban a
hacer furor y eso ayudó a que Rick y Matt montasen su pequeño estudio casero.
Se reunían con otros amigos para tocar y grabar cintas y cintas con sus
canciones. Llegaron a adquirir tal pericia que montaron una banda que llamaron
CC Blues King e incluso dieron algunos conciertos en la Grecia de los primeros
años 70. Pero pasó el tiempo y la familia de Rick volvió a USA.
Unos años más tarde Matt Barrett se presentó en Chapell Hill (Carolina del Norte), la ciudad
en la que vivía su amigo Rick, con la
intención de establecerse allí. Matt había compuesto un montón de canciones y
no tenía banda, así que no tardaron en formar The Dads, un grupo que combinaba
canciones propias con otras potentes versiones de los Beatles, The Who o The
Move.
En 1978, Rick y Matt decidieron grabar una maqueta en el
estudio de grabación que Don Dixon tenía en la ciudad, pero necesitaban una
base rítmica. Fue el propio Don Dixon el que, además de encargarse de la
producción, asumió el rol de bajista y Mitch Easter, que también trabajaba en
el estudio, el que ejerció de baterista. Grabaron un par de canciones tituladas
"My Baby's M-M-Makin' Me Dance" y "Restless" con la
intención de publicar un single autofinanciado, pero la falta de presupuesto dejó los temas guardados en el cajón
a la espera de una mejor oportunidad, a pesar de lo satisfecho que había
quedado Don Dixon con el talento musical de ambos.
A finales de ese año, Rick conoció a otros músicos que le
ofrecieron formar parte de su banda ya que su guitarrista les había dejado. Acababan
de grabar un LP titulado “Store Bought” y necesitaban un nuevo guitarrista y un
nuevo brío para su grupo. Eran Sherman Tate en la guitarra, el baterista Ronnie
Taylor y el bajista Lee Gildersleeve, que junto con Rick Miller reformaron los nuevos Blazers.
Rick tomó las riendas del grupo de inmediato y rápidamente
se erigió en nuevo líder. Cuando David Robert, dueño de Moonlight Records y del
club de moda de Chapell Hill, Cat’s Cradle, escuchó las nuevas canciones, quedó
encantado. Les ofreció un contrato para grabar un disco.
El LP se tituló de modo pretencioso “How To Rock” y en los
créditos del disco, junto con los títulos de las diez canciones, figura la
leyenda “Ten Easy Lessons”, es decir “Como Hacer Rock: Diez Sencillas
Lecciones”. Este pequeño decálogo musical comienza con un Rock and Roll clásico
titulado “Rock & Roll Must Be Right” y la siguiente es la versión del
célebre “Pretty Woman” de Roy Orbison, el rockero con más alma pop. Además de esta versión, cierra con otra de
Jimmy Rogers. Terminando el disco igual que empieza, con un clásico Rock and Roll de los 50. Sherman Tate aporta
dos temas al LP: la powerpopera “Blue Velvet” y otro rock & Roll titulado
“Cat Marbles”. El resto de las canciones son de Rick Miller y puestos a elegir,
nos podemos quedar con las dos que formaron el single publicado ese mismo año,
el maravilloso medio tiempo “Don’t Worry ‘bout It”,
que a mi me suena un poco al pop de Any Trouble y la espectacular “Top Of MyWorld”,
un auténtico ejercicio de estilo sixties beat, con voces y melodía a raudales.
Pero aun hay más, otro puñado de medios tiempos en “I Can Love You”,
el jangle pop “country girl” más cercana al sonido de los Byrds o la joya
melódica “The Air Gets Colder”. Un disco que no te debes perder.
Eso fue toda la historia musical de los Blazers, un grupo
casi reconstruido para grabar este fantástico LP de “Cómo Hacer Rock”. Para
finalizar el tirón, Don Dixon convenció al propietario de Moonlight Records para
que Rick y Matt recuperasen aquellas dos canciones guardadas en un cajón en
1978 y grabasen un par de canciones nuevas: "Six-Pack"
y "How Could I have Known",
dando como resultado un gran EP que firmaron con el nombre The Ruse.
Artículo escrito por Luis de Ory